¿puedo entrar?

Hace dos semanas se celebró la decimoquinta edición de la campus party en España. En esta ocasión fue en Valencia. Fue un evento excepcional, lleno de creatividad y talento. En este marco, se presentó,   avalada por Telefónica, una iniciativa pionera y que seguro será copiada por grandes compañías: wayra. La campus party no es una reunión de “frikis” jugando en red mientras se   atiborran de chucherías. Hay algo de eso, pero no es lo que mueve esta reunión de “enamorados” de la informática. Lo que la mueve, es la cantidad de talento que se congrega durante una semana en un mismo espacio y que, puesto junto, es capaz de realizar cosas inverosímiles. “Si puede imaginarse, puede hacerse” decía Albert Einstein. Pues bien, este sería un buen lema para definir una campus party. Es conseguir realizar cosas con otras personas que, de manera individual, sólo podrían imaginarse. Como os decía, Telefónica “debutaba” en España con su “wayra” . “Wayra” es una palabra quechua, cuya traducción es v

Menuda se ha liado en España con este tema. Resulta que la entidad gestora de derechos de autor con más afiliados (SGAE), está asistiendo boquiabierta al desfile de su cúpula directiva por delante los jueces, intentando defender su "inocencia" con respecto al presunto fraude que se les imputa. Esto ya viene de atrás. El problema no son las acusaciones de las que se imputan a sus dirigentes (ojo no a los artistas asociados, que también son víctimas, no confundamos). El problema de fondo es que esta asociación junto con otras entidades gestoras de derechos se ha erigido siempre como el juez de la propiedad intelectual, no estando nunca claros ni los motivos por los que recauda ni la forma de medir la base de recaudación, pero eso sí, siempre con la complicidad del gobierno de turno que además tiene una responsabilidad de control sobre ese tipo de entidades. Por ello, se la tenía ganas, y más desde que hace algún tiempo decidió sacar la artillería con su afán recaudatorio con