Entradas

Mostrando entradas de 2015

Los problemas y su raíz

Los problemas no se resuelven solos. Pueden darse circunstancias temporales que ayuden, unos lo llaman suerte, pero es flor de un momento, no resuelven por arte de magia. Los problemas necesitan de la toma de decisiones. Necesitan corazón para comprenderlo, valentía para tomarla y cabeza para ejecutar. Mientras existe la raíz, por parches que pongamos, existirá el problema. Estará latente. Otra cosa es que no le demos importancia o que podamos ir "pateándolo" hacia adelante. Pero no nos engañemos, seguirá ahí. Puede ser inteligente el elegir el momento adecuado para resolverlo. Como pasa muchas veces en deporte, controlar el “tempo” puede ser fundamental. Pero es importante el equilibrio entre el “encontrar el momento” y que “no se haga una bola”. Para no resolverlo siempre hay excusas. Para todo lo que no queremos afrontar siempre las encontraremos. No hace falta irse al entorno macro, nos pasa con los hijos, la pareja, los amigos, la familia, el trabajo. E

Refugiados: poner parches no soluciona el problema de fondo

Encendemos la tele, abrimos el periódico, escuchamos la radio y nos escandalizamos. La foto del pobre niño que nos llena de vergüenza y rabia. Los gritos desesperados. Todo nos indigna en ese momento. Lo comentamos con nuestro entorno e incluso, de forma admirable, muchos piensan en acoger a familias de refugiados. Escuchamos los grandielocuentes discursos de los gobernantes de Europa y nos revienta que pase lo que está pasando. Apagamos la tele, cerramos el periódico, dejamos la radio y nos vamos con los nuestros a tomar una caña a una terraza, que es veranito. La indignación está, el problema se diluye. Y es que somos unos hipócritas. Siento decirlo y meter a todos en el mismo saco pero lo siento así.  El drama de los refugiados es indignante pero esto viene de lejos. Muchos de vosotros tenéis galones para opinar de esto porque habéis estado muy comprometidos con estas cosas. Yo no, pero con toda la humildad, también tuve mis añitos de ONG y fuí uno de los que inició

El fin no justifica los medios...ni para fiestas del pueblo

Hoy os voy a contar una historia real, vivida por un grupo de personas, vecinos de una comunidad, hace un rato y sobre la que os pido un favor. Si os parece razonable lo que voy a decir os pido máxima difusión. O impulsamos nosotros los cambios o no pasarán y nuestros hijos heredaran una mierda (con perdón) de mundo. Los que me conoceis en persona o me leeis a menudo sabéis que no me gusta la crítica gratis. Tiene que haber un por qué y entender que cada derecho conlleva un deber. Yo quiero a mi país, que se llama España (os recuerdo que soy catalán) y prefiero pagar impuestos en él antes que hacerlo fuera si tengo opción. Respeto a todos, pero que le voy a hacer, yo lo siento así. Hace años que vivo en un municipio cercano a Madrid que se llama Villaviciosa de Odón. Es un pueblo muy bonito, lástima que no haya tren ni metro ligero, y rodeado de naturaleza. En él está la Universidad Europea, lo que le da bastante vidilla con los miles de estudiantes mezclándose con la gente d

Protege lo que importa

Hace unos años existía este lema interno en Telefónica, como parte del ideario de Recursos Humanos con sus empleados. Me encantaba y me encanta esa frase. Me pareció muy acertado en su momento y me lo parece hoy. Aplicable a todo pero sobre todo a aquello y aquellos que tenemos más cerca. Ya se que todo es mejorable. Por supuesto. Nunca hay nada perfecto. Es más, dudo que nunca haya nada perfecto mientras sea gestionado por seres humanos. De ahí la grandeza y la miseria del hombre. No me desvío. El caso es que, siendo todo mejorable, no paro de leer, escuchar y palpar constantes críticas a todo lo que tenemos alrededor. Y son legítimas, por supuesto, aunque también hay que hacerlas desde el punto de vista de uno mismo, de lo que contribuimos a que las cosas avancen o no cada uno de nosotros, no sólo aquellos que vemos todos los días en los periódicos. Lógicamente en un país que está en crisis esto es se hace más patente. Como dice la frase, nos acordamos de Santa Bárba

¿Esfuerzo o talento?

Eterno debate. ¿Recuerdas Raúl aquella discusión universitaria?. Tu defendías que Induráin era inigualable y yo defendía que cualquiera podíamos ser Induráin, eso sí, con un esfuerzo sobrehumano capaz de neutralizar la diferencia de talento entre ambos. Y hoy día sigue vigente la pregunta. ¿Puede alguien, no dotado de forma natural en algo, tener éxito en ese campo supliendo el talento con esfuerzo? Quiero pensar que sí. Quizás muy ambiciosa la cosa porque el coste personal suele ser muy alto y casi nadie está dispuesto a ello. El hombre, además de la capacidad destructiva que todos nos encargamos de recordar en redes sociales habitualmente, tiene algo maravilloso. La capacidad de sacrificio y la fuerza que puede darle su corazó y que es inigualable por ningún ser vivo. Sí, ya se que lo que nos distingue es la cabeza y la inteligencia y bla, bla...pero, no, estoy de acuerdo, lo que nos distingue es la capacidad de sufrir, de amar, de usar eso como algo positivo, como una

Hablar es gratis

Lo he repetido muchas veces por aquí. Hablar es gratis. Si yo lanzo un bulo sobre algo o alguien y vosotros me “lo compráis” y le dais bombo, conseguiremos que se convierta en viral, y algo que puede ser pura ficción, acabe siendo noticia no contrastada. Por ejemplo podría decir que tal político o futbolista, con chica reconocida, y que va de bueno, le he visto muy cariñoso con otra chica a altas horas de la madrugada en una discoteca. Si la cosa prospera al día siguiente el personaje en cuestión tendría que salir a la palestra desmintiendo, 1) que estaba con una chica cariñosamente, 2) que estaba de copas 3) y que era tarde y al día siguiente trabajaba. Y todo esto sin que el interesado pudiera saber de dónde le viene. Sólo con un bulo viral del que algún periodista, sin contrastarlo, podía haberse hecho eco. Puede ser mucho más divertida la cosa. Puedo ser un “social media star” que me guste lanzar tiros al aire. Incluso puedo reírme de quien me contradiga. Podr

Derechos y deberes

Hay cosas que quedan grabadas a fuego en el disco duro que tenemos cada uno en nuestra cabecita. No sé por qué tengo dos frases repetidas en mi adolescencia que dudo que se me olviden nunca. Una, la de la madre de mi amigo y hermano Francisco “la obligación antes que la devoción” y otra la de mi profe de Historia en el cole “a cada derecho le corresponde un deber”. No es lo único. Luego volveré sobre ellas. Mi disco duro también almacena situaciones adolescentes, en particular una numerosas veces repetida. Algo habitual de cuando quedaba con mis amigos en el Mc Donalds de Moncloa. En la época sin móviles se podía esperar a uno 30 minutos y llamar a su casa desde una cabina para asegurar que había salido con destino a nuestra cita, y cuando el personal se ponía nervioso, si no llegaba,  nos íbamos, pensando…”ya nos buscará”. Había quien llegaba justo en ese momento. Casi siempre los mismos (aún hoy les pasa). Que si el metro, que si el autobús…excusas. Y venían con su “¿a dónd

Manipúlame otra vez

Manipulación. Una palabra que da grima cuando se pronuncia, pero que forma parte de nuestras vidas. Cuando era adolescente y llegaba tarde a casa la excusa perfecta era que el metro se había estropeado. Era una mentira como una casa (mentira piadosa, mamá), y no creo que colara pero mis padres hacían la vista gorda generalmente. Claro, yo sabía que era mentira y me sentía mal por ello, con lo que llegado un punto fue el momento de negociar. Para negociar nada mejor que el compararse. Lo hacemos todos los días. Nos comparamos con el vecino, con el compañero de curro, con el resto de la familia…siempre en beneficio nuestro y como reclamo a las instancias superiores, por ejemplo de aumentos de sueldo o de llegar más tarde a casa. Sigo con la historia. A la hora de negociar era fácil decir que <<es que Pepito no tiene hora, o Juanito coge un taxi y tarda menos>>, etc. Realmente era cierto, pero con matices. Cuando explicaba a mis padres que si me iba antes sólo ib