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Mostrando entradas de 2016

Y llegó...Navidad

Pues sí, ya está aquí. Como por arte de magia, de repente empieza ese clima navideño en todas partes. Los villancicos que no paran, la locura de las compras, los comercios llenos y torrentes y torrentes de seres humanos que ocupan sus ciudades, como si hubieran estado escondidos el resto del año. Esto en nuestro entorno, claro. En otros rezan, en la religión que sea, para que una bomba no les caiga encima. Y en otros se contentan sólo por el hecho de sobrevivir un día más. No voy a repetir el rollo tradicional de que Feliz Navidad y todos los días del año. Ya me lo habéis leído varias veces y no quiero que esto parezca el “Mensaje Navideño de David”. Me faltaría grabarlo y colgarlo en youtube… Pero sí quiero hacer una reflexión. Desde el profundo respeto a las creencias o no creencias de cada uno y sobre todo desde la coherencia o incoherencia entre lo que decimos y hacemos. La Navidad, objetivamente, conmemora un hecho. Con toda la parafernalia que queráis, pero lo c

Hay Esperanza

La Historia de la Humanidad se compone de miles y miles de episodios conocidos, a veces manipulados, pero que de una u otra manera están documentados. Hechos horribles en muchas ocasiones y maravillosos en otras. Seres humanos que nos avergüenzan y otros que nos emocionan. Hay de todo. También hay miles y miles de historias anónimas dignas de elogio y de conocerse. La sociedad de la información, el cine, los libros, etc, nos han dado visibilidad sobre algunas de ellas mientras que otras nunca llegarán a nuestros oídos. Personajes con hazañas increíbles, héroes y heroínas que hicieron grandes cosas por sus semejantes, niños sin aparentemente ninguna oportunidad que alcanzaron sus sueños, y así un sinfín de ejemplos que nunca seríamos capaces de abarcar. Es importante recordarlo a veces. Todos podemos llevar a cabo cosas inimaginables. Nuestra historia, la tuya, la mía, puede nutrirse de acciones que nunca pensaríamos. Todo puede pasar. La sociedad actual y el status-q

Disfrutar es la clave

El otro día estaba zapeando y me encontré con un partido de la NBA. La verdad es que estaba interesante y bastante espectacular. Veía el juego “alocado” que tienen los equipos americanos, muy diferente del juego "táctico" de los europeos y me preguntaba cómo puede ser que después nadie les gane en los Juegos Olímpicos, aun yendo con el tercer equipo. Es más, pensaba, si los equipos europeos van con todas sus estrellas, que parte juegan en USA, ¿por qué luego no son capaces de ganarles? Jugadores buenos hay en los dos lados, ¿cuál es la diferencia? Y en el partido del zapping la entendí. La diferencia es que se les ve disfrutar en todo momento, saborear cada jugada como si estuvieran jugando con sus colegas en la cancha del barrio. Esa es la diferencia entre unos equipos “tácticos” y otros “alocados”, que juegan saboreando lo que hacen, mientras que los primeros juegan con la presión de ganar. Para los americanos, ganar es un fin, para los europeos es un medio, cuand

¡Yo no soy un algoritmo!

Según el diccionario de la RAE, un algoritmo es un "conjunto   ordenado   y   finito   de   operaciones   que   permite   hallar   la   solución de un  problema." La palabra algoritmo tiene origen árabe ya que se atribuye su "descubrimiento" a l matemático Al-Khwarizmi, que nació en la Edad Media en una de las zonas de lo que hoy se conoce como Uzbekistán, en Asia central. En términos informáticos un algoritmo es una secuencia de tareas lógicas que permiten representar datos como secuencias de bits. Un programa es un algoritmo que indica al ordenador qué pasos específicos debe seguir para desarrollar una tarea. Vamos, que un algoritmo, dicho para profanos como yo, es la formulita o las formulitas que tratan de agrupar y explicar una serie de pautas o patrones dentro de una secuencia. Por ejemplo, si hoy llueve usaré un paraguas. En estos tiempos cada vez más convulsos y donde se busca con ahínco ser “cool”, leo en la prensa que algún científico d

No todo vale...

Hace tiempo escribí algo sobre la “barra libre” que existe en las redes sociales y la sociedad en general, incluidos algunos medios de comunicación. No tenía intención de repetir, pero es que, dado el panorama y las cosas que hay que leer/escuchar no me puedo quedar callado…Ya me conocéis. Empecemos por algo que reclamamos todos. Se nos llena la boca con tres palabras mágicas: libertad, tolerancia y respeto. Lo reclamamos constantemente como argumento de peso ante comentarios de otras personas, tanto anónimas como conocidas. En este segundo caso es mayor el revuelo que se origina normalmente y aún mayor la reclamación de esos tres principios. Sin embargo, eso que reclamamos para nosotros hay una gran parte, y cada vez es mayor, de la sociedad y de aquellos que utilizan redes sociales, que no se lo aplican. Queremos que nos traten bien pero, ¿hacemos nosotros lo mismo con los demás? Cuando no estamos de acuerdo con lo que dice alguien, exponiendo su opinión, sin meterse co

El espíritu olímpico y las organizaciones

Durante más de 2 semanas hemos tenido una maratón de Juegos Olímpicos. De Juegos y de acostarse tarde por su culpa, aunque ha merecido la pena.   Desde el minuto cero y durante los 16 días de duración del evento se han producido hechos que nos han ayudado a entender la capacidad del ser humano de incluso serlo en algunas ocasiones. Hay grandes hazañas y grandes campeones que nos asombran. Se los venera y se les pone todo tipo de calificativos. Pero sólo hay una medalla de oro y tres puestos de pódium. El resto que compite y no gana medalla se va de vacío… ¿o no? Aparte de los episodios de la Villa Olímpica y los mitos sobre el consumo de condones, hay cantidad de historias detrás de cada competición y cada deportista. Cantidad de sacrificios, de horas de entrenamiento, de viajes, de convivencia con compañeros y compañeras. Todo con un mismo objetivo, común en todos los deportistas, tanto individuales como de equipo. El deporte nos deja escenas que quedan para siempre

Gira mundo, gira

No para. La Tierra es ese Planeta que da vueltas alrededor del sol, que gira sobre su propio eje y que nunca se para. Es este lugar en que habitamos, de bienestar para una parte e infernal para otra. La vida, ese gran regalo, se desarrolla en él. Y sin embargo se mueve. Ya lo decía Galileo. Se mueve. Casi de 7.500 millones de personas lo hacemos girar. Cada una de esas gotas en el inmenso Océano con sus preocupaciones, sus inquietudes, sus necesidades, sus sueños… Ninguno es más o menos importante que otro. Para cada uno, sin embargo, lo suyo es lo innegociable. Vivimos en comunidades. El hecho de nacer en una u otra condiciona tu vida. La puede hacer muy “fácil” o tremendamente difícil. Nacemos iguales pero no en las mismas circunstancias. Unas comunidades “someten” a otras, directa o indirectamente, con sables o con billetes verdes, da igual, el hecho es el hecho y siempre ha sido así. Gran parte de ese inmenso Océano asume su condición. Desarrolla su vida de la mejor m

25 años de nada

C uando uno ve a sus compañeros de cole después de 25 años es como ver a un familiar querido con el que hace tiempo que no tienes contacto. Es curioso pero los malos recuerdos desaparecen y los momentos dolorosos se convierten en divertidas anécdotas. Los años de vivencias comunes, alegrías, penas, etc, pueden con todo y sólo existen personas con un cariño especial unas a otras. Las emociones, sin saber muy bien por qué, afloran y se convierte en mágico. Así me siento yo hoy, 25 años después de ver a personas con las que compartí otros 7 años de mi vida. Personas que conocí cuando tenía más o menos la edad de mi hijo y perdí la pista cuando empecé con la Universidad. 25 años después uno entiende el por qué esas personas pasaron por su vida y por qué muchas de ellas serán para siempre. Como dice la canción, es bueno echar la vista atrás a veces, y comprender que lo que somos hoy es fruto de lo que fuimos ayer y de las barreras que vencimos. Si no hubiera pasado por donde pasé, no

El empresario no tiene cuernos…ni rabo

Los que me conocéis ya sabéis que me apasiona el mundo de los emprendedores. Sabéis que uno también ha tenido sus experiencias y ha aprendido mucho de ellas. Hay varios post de este blog dedicados a ello. La palabra emprendedor desprende glamour, valentía, romanticismo. Es el Robin Hood que se la juega para aprovechar el nuevo mundo tecnológico que se abre ante nosotros. Se asocia a juventud y a algo “molón”. Sin embargo los que habéis vivido el tema sabéis que no es así. Sabéis que el destino de un emprendedor, y su razón de ser, es desarrollar una idea, ponerla en marcha y, o bien vendérselo a otro e ir a por la siguiente aventura o bien gestionar el paso en el que la idea empieza a tener volumen y el emprendedor se convierte en empresario. Y si eso no sucede está el destino del 99% de las ideas que se pretenden desarrollar, que no es otro que la desaparición. Miento si digo que es tiempo perdido, porque no lo considero así. Es tiempo consumido en otro tipo de aprendi