In memoriam: que haya valido para algo
Vivíamos en castillos con muros de papel, nos impresionaba la fachada, pero ni siquiera nos atrevíamos a tocarla. Confiábamos en que la mano invisible mantenía nuestro bienestar, sin querer ver las consecuencias futuras. Estábamos enamorados del tiempo, era el dueño de nuestras vidas, de nuestros sentimientos. Triunfar era ganar, mandar, tener razón, aunque no entendiéramos su significado. La protección, la salud, la educación, eran derechos que habíamos adquirido, porque los que vinieron antes gastaron sangre y esfuerzo para darnos ese regalo. No habíamos entendido su coste, sólo lo exigíamos como nuestro, sin ninguna acción, con mucho ruido. Pensábamos que éramos más listo que el otro, que siempre estaba equivocado. Las lecciones de moral eran nuestro patrimonio, la hipocresía no reconocida nuestra bandera. Éramos felices en un mundo irreal, no había pastilla azul ni pastilla roja, sólo para juzgar y etiquetar. Lo imposible no ...