¿puedo entrar?

Mira que lo intento. Yo empecé el blog para hablar de temas digitales, audiovisuales y para contar historias que fueran capaces de motivar al personal y alimentar la llama de no rendirse.  Pero es que lo que pasa a mi alrededor no puedo ignorarlo y me obliga a no callarme. Día tras día lo mismo: división. Y cada vez más en la calle y con ganas de muchos de que la cosa vaya mal. El argumento de unos y otros para dividir, por ridículo que parezca siempre tiene el mismo origen: Franco.  Ridículo porque es como sacar el fantasma de los Reyes Católicos o del Imperio Romano, Historia pasada y amortizada. Franco fue un dictador. Se rebeló contra la República a la que había jurado fidelidad con un Golpe de Estado que nos llevó aún más al abismo. Fueron un pre, un durante y un post muy crueles, que la mayoría de nosotros no hemos vivido en primera persona pero que tenemos o hemos tenido muchos testimonios de las generaciones que sí lo hicieron y que os aseguro, al menos po

Beethoven era sordo. No de nacimiento, fue quedándose gradualmente a lo largo de su vida. Aun así seguía componiendo, de tal forma que cuando ya no oía nada compuso la novena sinfonía entre otras obras. Tenía un lema, “no rompas el silencio si no es para mejorarlo”. Un lema aplicable no sólo a la música, sino a la vida en general, sobre todo viniendo de alguien que no podía oír ni escuchar. Era un maestro utilizando los silencios musicales. Los silencios son un recurso musical que sirven para enriquecer una melodía, en este caso haciendo que no se escuche sonido. Son un recurso rítmico sin el cual no se entendería la música. Sabía elegir el momento preciso del silencio y el de la fuerza de las notas. Todos hacemos silencios. Incluso las personas que hablan mucho y muy rápido paran un instante para coger aire. En función de la longitud de esa pausa podemos decir que hacen un silencio muy rápido de corchea, semicorchea, fusa, semifusa…o muy lento, de redonda, blanca, negra…