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Mostrando entradas de mayo, 2017

Juguetes rotos

Son historias que se repiten todos los días. Grandes promesas, niños que apuntaban maneras, eternos aspirantes…y finalmente juguetes rotos. Pasa a menudo en el deporte, pero mucho más a menudo en nuestro día a día. Aquellos que parecían invencibles, destinados a un éxito innegable y que, de repente, cayeron en desgracia. Y es que el exceso de euforia o de crítica tras la victoria o la derrota es algo externo a nosotros. Incontrolable en cuanto a que normalmente son terceros quienes nos alaban o nos desahucian a la velocidad del rayo. El riesgo está en creérnoslo, y pensar que podemos vivir de eso para siempre en el caso positivo o que es un pozo del que nunca saldremos en el caso negativo. Juguetes que se rompen por sobrevalorar las opiniones externas, sin tener los pies en el suelo para relativizarlas. Pero la autoestima y la determinación no están fuera de nosotros mismos. La capacidad de entender que lo bueno nunca es tan bueno y lo malo nunca es tan malo, es algo que no d

La gestión del cambio

Todos tenemos la capacidad de imaginar. Uno puede concentrarse en pensar cómo serán sus vacaciones de verano, ver el mar, el chiringuito, las cervecitas… Incluso podemos imaginar aquello sobre lo que no tenemos una experiencia previa, por ejemplo, en mi caso, cómo sería un viaje a la Antártida, los pingüinos, grandes bloques de hielo, ese café caliente a temperaturas bajo cero en agosto… Y si puede imaginarse puede hacerse decía Walt Disney. Imaginarlo es el primer paso para hacerlo posible. Después está la actitud de hacerlo y la determinación y el ingenio para superar cualquier obstáculo. Todo ello, dependiendo de nosotros, de cómo somos capaces de jugar nuestras cartas en un entorno que puede incluso ser desfavorable. Esto es la analogía del cambio. El cambio, del tipo que sea, no está en el entorno. Da igual que haga calor o frío si lo que quiero es viajar al mar. Después "lidiaré" con ese factor, pero la actitud y la determinación de ir al mar depende de mí, no

Las organizaciones del futuro

Ya lo decía Radio Futura en los años 80, el futuro ya está aquí. Y el futuro no tiene marcha atrás es imparable, aunque le pongamos las barreras más altas, las traspasará, por lo que es mejor prepararse para disfrutarlo en vez de hacerle la guerra. El cambio y la cultura de cambio siempre ha sido un gran hándicap de las organizaciones en España. Aplica a todos los ámbitos ya sean culturales, empresariales, deportivos, Estado, etc. Se generan unas estructuras jerarquizadas, más o menos pesadas, que ralentizan la inevitable metamorfosis. La tecnología ha acelerado el proceso. Las nuevas organizaciones nacen sobre bases tecnológicas que fomentan una cultura distinta, de constante dinamismo y apertura de mente. Es una innovación permanente, un jarro de agua fresca que inunda nuestra sociedad, aunque de momento en pequeña escala y en muchos casos con muchas trabas. Pero aquellas estructuras tradicionales, con Historia, necesitan transformarse, la palabra de moda. La transf