Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2016

23F: El enemigo que nos unió a todos

El día 23 de febrero de 1981 no se me olvidará nunca. Tenía 7 años recién cumplidos y es uno de los primeros recuerdos que tengo de la infancia. Veréis. Mi hermana pequeña había nacido al final de enero y tras unas semanas en la incubadora por fin venía a casa con mi madre. Ese 23F apenas llevaba un par de días en casa. Aquella tarde estaba una tía abuela mía en casa. Una mujer entrañable que eso sí, era muy fan de Franco, a diferencia de su hermano, mi abuelo, que lo era de la República. Es lo que tienen las guerras civiles, hermanos, contra hermanos. Como ya he comentado alguna vez, mi madre es “roja”, y mi padre “azul”. Recuerdo más de una discusión acalorada por la política, hasta tal punto que en mi casa se dejó de hablar de ella. Puestos en contexto, recuerdo aquella tarde. Estábamos en casa y de repente sonó el teléfono. Mi padre llamaba desde una cabina en el centro de Madrid. No existían los móviles. Le decía a mi madre que estaba pasando algo puesto que

Despertando a una Comunidad...

Las personas vamos a nuestra bola. Tenemos algo más en cuenta a los de nuestro alrededor, pero vamos, porque solemos esperar algo a cambio. No somos demasiado altruistas a la hora de repartir, ni siquiera amor, somos bastante egoístas, está en nuestros genes. Pero hay esperanza. Como siempre afirmo, el ser humano es maravilloso y su capacidad de sorprender, para bien o para mal, es ilimitada. Hay excepciones a la regla, en la que el egoísmo desaparece. Nos entregamos sin límites a las personas que realmente queremos, sin esperar contrapartida. Los hijos son el mejor ejemplo. Hay otro caso en que también nos olvidamos, en parte, de ese egoísmo. Hay cierto "ego" pero no "ísmo". Es el caso en que compartimos un reto, o aún más extremo, un enemigo.  Es el caso en que el ser humano es capaz de unirse con otros, con una "comunidad" en aras de lograr el desafío o de vencer al enemigo. Después en el reparto de medallas desaparece ese "altruismo