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Mostrando entradas de noviembre, 2011

Un problema es una oportunidad

¿Nunca os ha pasado que ibais con prisa y justo se iba el autobús delante de vuestras narices?. El siguiente tardaba en llegar y vuestro mal humor iba en aumento. Llegaba, y al no estar tan lleno, os podíais sentar. Y entonces fue cuando os encontrasteis con ese amigo o amiga que nunca veis. Y casualmente os podía ayudar en tal o cual problema.... Muchas casualidades y mucha imaginación. Tranquilos, no me he vuelto loco (todavía). Pero es cierto que, a veces, partiendo de situaciones que vemos como problemas, se nos abren mil oportunidades delante. Los obstáculos nos ayudan a mejorar y a optimizar cómo hacemos las cosas. Nos obligan a innovar a reinventarnos....a volver a la esencia. Me encanta como se escribe en Oriente la palabra crisis, ¡¡¡no existe!!!. Su símbolo de escritura se traduce como: oportunidad. Sigo sin estar loco. Me veo mañana rodeado de "marrones", ejem, oportunidades en el trabajo. No, no me refiero a eso. Una cosa son tareas más o menos grati

El cuento de los sentimientos

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso: - ¿Jugamos al escondite? La INTRIGA levantó la ceja intrigada y la CURIOSIDAD, sin poder contenerse, preguntó: ¿Al escondite? - Es un juego - explicó la LOCURA - en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes al que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego. El ENTUSIASMO bailó seguido por la EUFORIA. La ALEGRIA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATIA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no esconderse (¿para qué?), si al final siempre la hallaban, y la SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no h

¿Ser correcto o ser auténtico?

Imaginemos la situación. Una persona entra en el ascensor del edificio donde trabaja hablando por el móvil. Lo hace en voz alta, como si estuviera en su casa. Aprieta el piso 9 de los 13 que tiene el edificio. Y para más “sufrimiento” del resto, el ascensor, se detiene en cada planta. Los otros pasajeros miran para todas partes, deseando salir, incomodados por la situación de una persona hablando de sus temas personales en un espacio público y en un tono elevado. Sale del ascensor y el resto respira con alivio, generándose algún comentario al respecto.   ¿Falta de educación? ¿Naturalidad? ¿Y si la situación se produce a la hora de “abordar” a un inversor en el mismo ascensor para contarle un proyecto emprendedor? ¿O si se hace abordando a un famoso actor para pedir un autógrafo? ¿Y a un conferenciante para mostrar el desacuerdo? ¿Ahí como lo llamamos? Partamos de la base que todas estas situaciones se producen en un ámbito de corrección, sin falta de educación, dirigiéndose a