El miedo a que salga mal...
Afortunadamente la vida no son matemáticas. Ni química (podríamos tener un largo debate sobre eso). La vida tiene un componente de incertidumbre, de no saber que va a pasar, que la convierte en preciosa, única. Si cuando salimos de casa supiéramos lo que va a acontecer, estoy seguro que viviríamos en un mundo muy, muy, muy aburrido, sin pasión sin emoción. Por eso, en el fondo, nos encanta la incertidumbre. Claro, tiene truco, a la mayoría le gusta una incertidumbre "controlada", sin asumir algunos riesgos. A medida que se tiene familia, hipoteca, perro, etc, la aversión a ese riesgo es mayor. Incertidumbre sí, pero demasiada...no. Cuando nos planteamos un reto, personal o profesional, y esa incertidumbre sobrepasa nuestro nivel de riesgo entonces nos ponemos nerviosos y entran las dudas. Es, por ejemplo, el efecto que tiene el amor. Saber gestionar la incertidumbre que sobrepasa nuestro límite es complicado. Nos enfadamos, nos deprimimos, pero hay una buena noticia, tamb...