Derechos y deberes
Hay cosas que quedan grabadas a fuego en el disco duro que tenemos cada uno en nuestra cabecita. No sé por qué tengo dos frases repetidas en mi adolescencia que dudo que se me olviden nunca. Una, la de la madre de mi amigo y hermano Francisco “la obligación antes que la devoción” y otra la de mi profe de Historia en el cole “a cada derecho le corresponde un deber”. No es lo único. Luego volveré sobre ellas. Mi disco duro también almacena situaciones adolescentes, en particular una numerosas veces repetida. Algo habitual de cuando quedaba con mis amigos en el Mc Donalds de Moncloa. En la época sin móviles se podía esperar a uno 30 minutos y llamar a su casa desde una cabina para asegurar que había salido con destino a nuestra cita, y cuando el personal se ponía nervioso, si no llegaba, nos íbamos, pensando…”ya nos buscará”. Había quien llegaba justo en ese momento. Casi siempre los mismos (aún hoy les pasa). Que si el metro, que si el autobús…excusas. Y venían con su “¿a ...