Metavida (Metalife)
(english version below)
Corrían los 90 cuando se democratizó el uso de internet y cambió nuestras vidas. Yo lo descubrí en la sala de ordenadores de la Facultad de Económicas de la Complutense. Un amigo y un servidor nos conectamos a un chat y… ¡ligamos!, aparentemente con dos chicas de la Politécnica de Barcelona. Claro, esto, con 20 años, vaya chollo. A partir de ahí llegó la “adicción” al IRC (programa de chat del pleistoceno) durante ese año. Luego descubrimos que esto tenía muchas más utilidades. Y realmente abría un nuevo futuro ante nosotros. Era un cambio de era, un cambio de paradigma.
Y
desde entonces se ha galopado y ahora llega la evolución: el Metaverso y sus
bondades. Lo escuchamos hasta en la sopa…pero ¿qué es?, o ¿qué se pretende que sea?
Se
supone que ya es, de manera muy inicial, la prolongación de nuestra vida física
en el mundo digital. La idea es que existirá un mundo virtual pero no como el
de ahora, otro, que está en construcción, al que entraremos a través de la web
o de unos dispositivos de realidad virtual, 3D, o vete tú a saber. Ya no
navegaremos en la pantalla, nos meteremos en ella.
Tendremos
una personita, nosotros, creada de “ceros y unos” en ese mundo, moviéndose de
aquí para allá, trabajando, comprando, ligando, asistiendo a conciertos, yendo
al médico, jugando, formándose y unas cuantas cosas más. Lo interesante es que
lo que pase en metaverso no quedará en metaverso, formará parte de la vida
real.
Es
decir, si un@ asiste a una reunión con otr@s metaversian@s, será la
representación de una videoconferencia que ocurre en la vida real, en tiempo
real. Si uno se compra una camisa será una compra de verdad, se la probará su
avatar y verá como le quedará en la realidad, pagará dinero (o crypto dinero) y
se la mandarán a casa. Y así un mundo infinito de posibilidades.
Claro,
entonces esto mola. Haremos cosas que exigen movilidad, esfuerzo, colas, etc,
desde el sillón de casa. Me diréis, oye, que esto ya lo hacemos. Es verdad,
pero he aquí la diferencia, será con la sensación de estar en el lugar, de “tocar”
y “sentir”. Además, habrá otras personas que también “tocarán y sentirán” y
todo ello gracias a unos dispositivos que se encargarán que sea así. Con el
tiempo esos dispositivos los llevaremos integrados en nosotros, de alguna
manera, y mezclarán la realidad virtual con la realidad física, dependiendo del
momento y el lugar.
Y
digo yo…¿bueno o malo?
La
tecnología, siempre que nos ayude a mejorar, creo que es buena. Desde el inicio
de los tiempos, los saltos tecnológicos han tenido más efectos positivos que
negativos, vistos en perspectiva. El ejemplo lo tenemos en la actualidad. Se
han creado vacunas anticovid en 1 año, frente a los 7 que se hubieran tardado
de media en circunstancias habituales. Eso ha evitado muertes. El efecto es
positivo.
Sin
embargo, muchas veces en la Historia, esos avances vienen acompañados de un
proceso de adaptación duro. Pueden generar desempleo a corto plazo, necesidad
de reciclaje de alguna profesión y un impacto emocional fuerte en quienes van
en una velocidad corta.
Y,
además, pueden generar una dependencia e incluso adicción a esas mejoras. Es
ahí donde debe haber unos valores claros que acompañen el progreso. ¿De qué nos
sirve si deshumaniza al individuo? ¿Es posible una transformación que nos haga mejores?
La
era digital nos ha traído más conexión, en todos los ámbitos, trabajo, familia,
amigos, pareja. Ya no es necesario hacer cola de media hora en la cabina de teléfono
para hablar con alguien a quien quieres. Un móvil lo soluciona. Incluso una
llamada de datos te lo muestra en pantalla y en el metaverso un holograma
interactúa contigo.
Pero
es que esa conexión nos ha traído una desconexión emocional con uno mismo y con
la sociedad. Todo es inmediatez y el disfrute está en colgar el video en una
red social, no en exprimir el concierto. Tienen que saber que estuve allí, eso
es lo que nos alimenta el ego, por encima de haberlo disfrutado. ¿Es eso sano?
El
metaverso es imparable. Las criptos, la realidad virtual, la Inteligencia
Artificial, los NFTs y todo lo que viene…Negarse a la evidencia es pura cabezonería.
Lo interesante es que se puede hacer constructivamente. La Metavida puede acompañarse
de unos valores colectivos que mejoren y humanicen el Planeta. Todavía estamos
a tiempo de hacerlo.
Hay
cosas que no deben ser digitalizadas jamás. Ni los columpios del parque, ni las
risas con los amigos, ni el amor…ni la satisfacción de tocar el piano. Tocarlo
yo, con mis manos, no un algoritmo.
La
tecnología nos va a ayudar mucho. Viene una revolución brutal. No perdamos el
foco. No olvidemos quienes somos y qué nos mueve. Nuestra esencia no se negocia.
#impossibleisnothing
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It was in the 90s when the use of the internet was democratized and changed our lives. I discovered it in the computer room of the Faculty of Economics of the Complutense. A friend and I connected to a chat and ... we flirted! apparently with two girls from the Politecnica of Barcelona. Of course, this, with 20 years, what a bargain. From there came the "addiction" to IRC (Pleistocene chat program) during that year. Then we discovered that this had many more utilities. And it really opened up a new future ahead of us. It was a change of era, a paradigm shift.
And since then it has galloped and now comes
evolution: the Metaverse and its benefits. We hear it even in the soup... but
what is it, or what is it intended to be?
It is supposed to be, very initially, the
prolongation of our physical life in the digital world. The idea is that there
will be a virtual world but not like the one that we know now, another, which
is under construction, which we will enter through the web or by virtual
reality devices, 3D, or go to know. We will no longer navigate in the screen;
we will get into it.
We will have a little person, us, created
from "zeros and ones" in that world, moving from here to there,
working, buying, flirting, attending concerts, going to the doctor, playing,
training and a few other things. The interesting thing is that what happens in
metaverse will not remain in metaverse, it will be part of our real life.
Thus, if anyone attends to a meeting with other
metaverses, it will be the representation of a video conference that happens in
real life, in real time. If you buy a shirt it will be a real purchase, your
avatar will try on it and see how it will look in reality, you will pay money
(or crypto money) and they will send it home. And so, an infinite world of
possibilities.
Sure, then this is cool. We will do things
that usually require mobility, effort, queues, etc., and from the armchair at
home. You'll tell me, hey, we already do this. It is true, but here is the
difference, it will be with the feeling of being in the place, of "touching"
and "feeling". In addition, there will be other people who will also
"touch and feel" and all this thanks to devices that will take care
of it. Over time those devices will be integrated into us, in some way, and
will mix virtual reality with physical reality, depending on the time and
place.
And I say... good or bad?
Technology, as it helps us to improve, I
think is good. Since the beginning of times, technological leaps have had more
positive than negative effects, seen in perspective. We have the example today.
Anti-covid vaccines have been created in 1 year, compared to the 7 that would
have taken on average in usual circumstances. That has prevented deaths. The
effect is positive.
However, many times in History, these
advances are accompanied by a hard adaptation process. They can generate
short-term unemployment, the need to recycle a profession and a strong
emotional impact on those who go at a short speed.
And, in addition, it can generate a
dependence and even addiction to those improvements. That is where there must
be clear values and rules to accompany progress. What good is it if it
dehumanizes the individual? Is a transformation possible that makes us better?
The Digital Age has brought us more
connection, in all areas, work, family, friends, lover. You no longer need to
queue for half an hour in the phone cabin to talk to someone you love. A mobile
phone solves it. Even a data call connect you on the screen and on the
metaverse a hologram interacts with you.
But that connection has brought us an emotional
disconnection with ourselves and with society. Everything is immediacy and the
enjoyment is in posting the video on a social network, not in squeezing the
concert. They need to know that I was there, that's what feeds our ego, over
having enjoyed it. Is that healthy?
The metaverse is unstoppable. Cryptos,
virtual reality, Artificial Intelligence, NFTs and everything that comes... To
deny the evidence is pure stubbornness. The interesting thing is that it can be
done constructively. Metalife can be accompanied by collective values that
improve and humanize the Planet. We still have time to do so.
There are things that
should never be digitalized. Not the swings in the park, not laughing with
friends, not loving... nor the satisfaction of playing piano. Touching it, with my hands, not an algorithm.
Technology is going to help us a lot. A
brutal revolution is coming. Let's not lose focus. Let's not forget who we are
and what moves us. Our essence is not negotiated.
#impossibleisnothing
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