Ser valiente...ser cobarde
El ser humano es cobarde por naturaleza. Tiene que ver con conexiones neuronales e instinto de supervivencia. Para suavizarlo lo llamamos prudencia o lo disfrazamos con que "no es el momento". No importa la excusa, estamos configurados así. Si la cabeza manda, siempre encontrará un por qué para no hacerlo.
Sin embargo el ser humano también es maravilloso. Por eso jamás podrá igualarnos la IA. Hay algo que nos distinguirá siempre. Y es que somos capaces de "pensar" con el corazón. Y eso ya no depende de conexiones neuronales. Técnicamente son procesos químicos y lo que queráis, pero trasciende de todo ello. Las emociones y los sentimientos son capaces de mover montañas.
Si creemos, vemos. Sí existen motivaciones como la libertad, la justicia o el amor...entonces adiós masa gris, hola músculo rojo. Somos cobardes hasta que esa fuerza invisible nos convierte en valientes. Fundamentalmente ganando la primera batalla con un@ mism@.
Aquí sí hay machismo. Los hombres solemos ser más cobardes que las mujeres. Sí, somos más fuertes y físicamente estamos capacitados para llegar más lejos. Si depende del físico, nuestra determinación es mayor, pero ellas tienen más "fuerza invisible". La gestión de supervivencia emocional de una mujer es infinitamente más amplia que la de un hombre. Por eso suelen ser más valientes emocionalmente (ojo, que generalizar no es justo).
La delgada línea entre el instinto de supervivencia y la cobardía es eso, delgada. Están muy cerquita una de otra y por eso podemos pecar de exceso de prudencia.
Ser valiente es muy difícil, sobre todo cuando son decisiones que cambian tu vida. Decisiones como cambiar de trabajo para crecer, aún estando a gusto, o de ciudad para recomenzar, o soltar pareja, amigos, familia porque no se avanza, son muy complejas. El miedo aflora y las incertidumbres se comen nuestros sueños. Y nuestra naturaleza manda...no es nada fácil.
A l@s que se la juegan y dan el paso adelante, se les señala con el dedo. Se les señala por aquell@s que jamás serán capaces de hacer lo mismo. Se juzga a quien mueve ficha, normalmente por parte de aquell@s que están con la cabeza debajo del ala. También es la naturaleza del ser humano, aderezada con el factor cultural, que se convierte en deporte nacional de los latinos: juzgar sin escuchar. Ser valiente les jo*e a los que no arriesgan.
Si eres valiente, además de juzgarte, también habrá quien se olvide de ti. Cuando actúas generas incertidumbre y l@s que no se atreven no quieren que les salpique. Están cómod@s en su argumento. Como decía Gandhi, primero te ignoran, luego se ríen de ti y al final te atacan. Cuando eso sucede, a esas personas, desearlas una buena vida y mandarlas a la mierda. No os merecen.
Los últimos meses han sido muy difíciles por temas personales y me he dado cuenta quién está y quién no está. Probablemente he sido valiente, con la dureza que implica. El futuro colocará todo y pondrá las cosas en su sitio. El tiempo siempre es el mejor juez.
Aquell@s que os habéis olvidado de mí, "hasta luego Mari Carmen, cierre la puerta al salir". Y a l@s que habéis estado incondicionalmente, millones de gracias. Un@ siempre está solo ante las decisiones que le colocan frente al espejo, pero cuando tiene alrededor gente que le arropa y que le demuestra que le quiere, es muy diferente. Es como cuando en un partido un equipo está hundido porque el otro está jugando mejor, pero el público de repente, por arte de magia, le espolea y le ayuda y remonta. Pues eso pasa con quien demuestra que sí que está contigo.
Os recomiendo que seáis valientes siempre que se os presente el dilema, aunque cueste.
Feliz 2025, que va a ser genial.
#impossibeisnothing
Y confia en que te crecerán las alas si hay que volar ...
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