¿Todo tiene un precio?
Es muy interesante ese momento "sueño" que se produce cuando salimos de una administración de lotería, habiendo apostado un boleto que estamos seguros que nos hará ganar el bote multimillonario de esa semana. Pensamos en riqueza, en una mansión con la piscina sobre el mar, un cochazo, una buena compañía y poco menos que visualizamos que eso nos hace totalmente felices. Compramos un boleto por un euro y ganamos 100 millones...La felicidad se puede comprar entonces, ¿no? Los que me conoceis sabéis que siempre he sido un poco inocente a la hora de responder a esta pregunta. Por supuesto que, desde mi idealismo, he de responder que no, hay cosas que no tienen precio. Pero la realidad parece decir que sí. La ambición del ser humano, muchas veces, no tiene límites y es capaz de pagar precios muy altos por objetivos...¿superficiales?. ¿Quién no ha "pervertido" su moral haciendo alguna chuleta (escribir la lección en un pequeño papel escondido) para pasar un examen? ¿Qu...