A Dios rogando...

Hace tiempo pasó por este planeta un señor que se llamaba Jesús. Hay quien lo considera el hijo del Dios católico y hay quien lo considera un hombre excepcional, o ambas cosas, pero el caso es que dejó una huella que ha perdurado hasta nuestros días.

Este personaje tan peculiar tenía un mensaje. Un mensaje claro de amor, vida, paz y esperanza. Lo transmitía con contundencia, pero sin violencia. Y lo más importante, lo acompañaba con hechos, que son la mejor forma de comunicar algo.

Más allá de creencias y de las manipulaciones que han habido sobre la figura histórica de Jesús, el caso es que ese mensaje y su ejemplo es la base común para el desarrollo de religiones y de corrientes de pensamiento.

Amor, vida, paz y esperanza. ¿Quién no comparte ese mensaje?

Claro, la agencia de comunicación de Jesús, la Iglesia Católica, lo ha transmitido bastante mal durante siglos. Todo por un pequeño detalle, no acompañar lo que se predica con los hechos, a diferencia de aquel hombre singular.

Por supuesto habrá de todo. No hay que olvidar que esa misma agencia de comunicación ha estado involucrada durante siglos con los más necesitados. Probablemente es la parte de esa institución que no ha sido tan mediática, pero no olvidemos que allí donde hay conflictos, allí hay una sucursal de la agencia. No nos olvidemos de Teresa de Calcuta, Agustín, Francisco de Asís...

El problema es que el "consejo de administración" y sus "directivos", en líneas generals,  no han acompañado con hechos aquello que han defendido tan pasionalmente y radicalmente en muchos momentos de la Historia. Hay que decir que a mí, personalmente, me encanta el Nuevo CEO. Espero que sea capaz de transformer la Institución.

No olvidemos que el mensaje, que es lo importante de todo esto, sigue estando ahí. Y hoy, independientemente de religiones, más que nunca, cobra todo el sentido. Amor, vida, paz y esperanza.

¿Quién no lo "compra" en una sociedad Occidental que parece haber perdido el norte? ¿Dónde están aquellos grandes, llamados "idealistas" que lo tradujeron en hechos durante la Historia y que parece que se han diluído? Con la muerte de Mandela parece que se fue el último que acompañaba esa "utopía" con hechos...

Necesitamos referents que nos asombre, que nos motiven, que nos estimulen, pero al final somos nosotros los que podemos hacer valer ese mensaje, sin necesidad de asociarlo a la religion, simplemente como la situación que nos gustaría disfrutar como personas.

 

Si nos gusta tanto y lo vemos como "utópico" ¿por que no intentarlo?. No perdemos nada... Ah, sí, tragarnos el orgullo de vez en cuando y ceder alguna que otra vez...Temas menores.

 

Hay quienes vehementemente reclaman esto. Daros una vuelta por Twitter. Que si no guerras, que si pepito se porta mal con manolita, que si esto es un desastre...Nosotros mismos exigimos a los demás cambiar, y lo juzgamos. Pero amigo, si nos toca ser coherentes a nosotros...Y es que ese es el matiz, se reclama, se exige, se piden muchas cosas, pero a la hora de aplicarnoslo con hechos...

 

Si os fijais, estamos en una sociedad muy individualista, donde yo y mi entorno o mi entorno (en ese orden) es lo que cuenta. Del resto podemos informarnos de sus problemas, pero en la distancia. Pobrecitos los negritos africanos con la mayor epidemia de ébola de la Historia o los niños de algunos pueblos cercanos que tienen que pasar el verano en comedores sociales (por cierto, gestionados por la famosa "agencia") para no acabar desnutridos en dos meses...Y así, pero en la distancia.

Nosotros, como sociedad, ¿qué hacemos? Individualismo, mirar al político, al banquero o a aquellos que consideramos chorizos y despotricar lo más irreverentemente posible. Pero, ¿qué hacemos?

 

Si tú, ¿que haces para mejorar eso de lo que no para de quejarte?

Y es cierto que hay muchos responsables de las cosas que pasan, pero los primeros responsables de lo que nos pasa somos nosotros...

A veces nos unimos y de manera colectiva,  mostramos nuestro descontento con protestas en las que también queremos demostrar que "la tenemos más larga". Las grandes protestas se enturbian porque cuatro descerebrados las convierten en batallas campales.

Pero esas muestras de cabreo colectivo surgen, normalmente, de nuestra propia necesidad individual. Como me quedé en paro o me embargaron la casa protesto. Si no nos afecta a nosotros o al entorno no nos implicamos demasiado.

Y a pesar de todo, en el fondo, todos, hasta los que acabarán en la cárcel por lo que han hecho, compartimos esas 4 palabras, amor, vida, paz y esperanza...

Lo curioso es que cada uno lleva un "Jesús" dentro. No lo digo en sentido religioso ni como creyente o no creyente, lo digo como personas.

 

No hay personas excepcionales, todos lo somos. Hay personas que simplemente ejemplarizan con hechos esos valores que todos compartimos. Lo hacen en momentos concretos o en situaciones especiales y por eso les llamamos héroes o líderes o a veces simplemente soñadores o idealistas.

¿Y si fuera posible olvidarnos de lo que hace el vecino o de convencernos de lo que dicen otros que piensan por nosotros y fuéramos capaces de acompasar palabras y hechos?

¿Por qué no?

Desde luego aquello de a Dios rogando y con el mazo dando...nunca nos hará avanzar, ni individual ni colectivamente.

Hablar de paz y bombardear ciudades o hablar de tolerancia y restringir la libertad de las mujeres...como que no cuela.

Sabéis, como sociedad, como comunidad, sea la comunidad que sea, las cosas se pueden cambiar...menos mazo y más acción.

Sólo quería recordarlo...