Motívame otra vez
Los seres vivos nacen, crecen, se reproducen y mueren. Para los que hicimos la EGB, por allá por la prehistoria, y teníamos “ciencias naturales”, este era uno de los dogmas. Explicaba, en resumen y desde el punto de vista biológico, lo que somos cada uno de nosotros. Nuestra naturaleza más simple. No sólo biológicamente, sino que también en cierta medida, este dogma condiciona el comportamiento social. Esta frase nos marca mucho, sobre todo en los países “desarrollados”. Eso sí, sí sólo nos limitáramos a esto, sería un rollo. La rutina nos mataría, incluso en la parte más divertida (malpensad@s). El ser humano necesita algo más que lo que le marca su propia naturaleza. Ahí entra lo emocional y trascendente…Hay que alimentar el alma. Necesitamos encontrar retos, aventuras, novedades, cosas que nos motiven, que nos hagan sentirnos vivos. Incluso en los casos de personas que vemos frías como el hielo. Incluso ahí, aún a bajo cero, se necesitan motivaciones. Y aquí entra