Mi cita con la muerte

En abril de 1999 tuve una cita con la muerte. Me visitó varias veces, pero no caí en su trampa. En aquel entonces había tenido unos momentos difíciles en mi familia. Los negocios de mi padre no habían salido bien y nos habían generado problemas económicos, que a su vez derivaban en mucha tensión entre mis padres. Y, por si fuera poco, cual peli de Hollywood, acababa de romper con mi amor de universidad. Estaba muy perdido. Antonio, un amigo de mi padre, productor de cine y televisión, había sido contratado por una tele autonómica para realizar una serie-documental con el comunicador más reconocido del momento sobre temas “misteriosos”, al que le gustaba mucho mezclar historia y ciencia con lo enigmático. El gran Fernando Jimenez del Oso, Lorenzo, redactor de la revista que dirigía Fernando, Pepe, operador de cámara, Antonio y yo, vivimos una aventura que cambiaría mi vida. Empezó en un vuelo desde Londres, de 20 horas con escala en Doha. Jamás había visto un aeropuerto con ta...