Derechos de autor

Menuda se ha liado en España con este tema. Resulta que la entidad gestora de derechos de autor con más afiliados (SGAE), está asistiendo boquiabierta al desfile de su cúpula directiva por delante los jueces, intentando defender su "inocencia" con respecto al presunto fraude que se les imputa.

Esto ya viene de atrás. El problema no son las acusaciones de las que se imputan a sus dirigentes (ojo no a los artistas asociados, que también son víctimas, no confundamos). El problema de fondo es que esta asociación junto con otras entidades gestoras de derechos se ha erigido siempre como el juez de la propiedad intelectual, no estando nunca claros ni los motivos por los que recauda ni la forma de medir la base de recaudación, pero eso sí, siempre con la complicidad del gobierno de turno que además tiene una responsabilidad de control sobre ese tipo de entidades.

Por ello, se la tenía ganas, y más desde que hace algún tiempo decidió sacar la artillería con su afán recaudatorio contra todo aquello que pudiera ser susceptible de su control y que estuviera siendo reproducido a través de internet. Y claro, quererle poner valla a un campo cuyos límites no se conocen, como es internet, nos lleva al conflicto...a la guerra política, de los medios, y pasan estas cosas.

Sin embargo hay algo que ya decía en el post en el que comentaba la nueva ley que regulaba los derechos de autor en la red, la mal llamada ley Sinde, los artistas no crean gratis. Lo decía entonces y lo mantengo, los artistas viven de su trabajo y nos hacen la vida más bonita al resto. Y ellos deben de seguir recibiendo una compensación por ese trabajo.

Quizás haya que revisar el modelo y ver en qué medida pueden monetizar la generación de tráfico en internet cuando se produce para descargar sus obras, no sé, pero lo que está claro es que tienen que tener algún inventivo económico para seguir creando, y el todo gratis no ayuda demasiado. ¿Os imagináis un mundo sin música, sin cine, sin libros…?

La mayoría de creadores afiliados a estas sociedades gestoras de derechos no son conocidos por el gran público. Son músicos, guionistas, freelance de todos los tipos que viven de crear contenidos. Son personas que cuando van a pedir una hipoteca, no reúnen las condiciones de ingresos recurrentes, contratos fijos, y en la mayoría de ocasiones y no se la conceden. No perdamos este punto de vista, so lo pasan muy bien trabajando y lo escogieron así, pero económicamente en la mayoría de casos es difícil ser un artista. Esto se nos escapa al resto, pero pasa.

Este tipo de creadores, que son la mayoría, en la creencia de que estas entidades les van a hacer ganar algunos eurillos más al mes, se asocian y se encuentran con personas como ellos, y forman piña.

Pero está la otra cara de la moneda, los consumidores. Y hasta que llega la nueva obra a ellos, ¿qué pasa? Quizás lo que está mal distribuido es la retribución a cada una de las etapas de la cadena de valor de esas creaciones.

















¿Cómo es posible que un CD "de moda" cueste 30 euros o más? ¿Tanto cuesta hacerlo, o es que hay mucho interés en el camino…?
Antes de internet, aparecían muchos intermediarios en la cadena de valor. Era curioso cómo se elaboraba un CD, empezando en el instinto del A&R (persona de la discográfica que en base a su experiencia determina sí un producto y el artista tendrán éxito o no), pasando por la retribución de no más del 10% al artista,  hasta la distribución de las ganancias entre el resto de eslabones de la cadena.
Con internet la cosa es distinta. La tecnología ha propiciado que hasta el A&R sea sustituido en algunos casos por programas de inteligencia artificial. Y la distribución en la red elimina intermediarios. Por muy bajo coste un artista puede convertirse en creador, productor, distribuidor y recaudador de la ganancia. Lo vemos todos los días con grupos que se convierten en "grupos de éxito" a través de diferentes iniciativas en internet.
Claro, entonces salta una pregunta, por qué un CD de actualidad sigue valiendo 30 euros? ¿Cómo no va a intentar la gente bajarse el mismo CD a través de programas “piratas” o a través de páginas (a veces del mismo artista) en la que se vende cada canción por menos de un euro? ¿Es posible parar eso? Si nada cambia, esto seguirá pasando.
La buena noticia es que es compatible el hecho de abaratar precios y que los autores reciban una retribución justa. Se trata de regular correctamente los derechos de autor, para que ellos, una vez se asocien a una entidad, no signifique que le juran “amor eterno” y que por tanto no puedan gestionar sus propios derechos sin el consentimiento de la misma o de cualquier otro intermediario de la cadena.
El artista debe ser libre de vender sus creaciones por un precio, incluso en la red, pero un precio justo. Incluso puede dar conciertos a través de la red cobrando entrada, ¿por qué no?
Mi propuesta es que siga habiendo asociaciones de artistas para proteger sus derechos, faltaría más. Pero que tengan un control real y que no se conviertan en jueces ni en carceleros de artistas ni consumidores. Por supuesto hay que cambiar la ley injusta que criminaliza todo aquello que pasa por la red y por supuesto hay que revisar el modelo económico de retribución en la generación de un contenido y establecer precios acordes.
Y no olvidemos que en las aulas, entre otros lugares, hay que educar a los niños que todo tiene un valor….pero un valor justo

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