La magia audiovisual y su backstage

Lo he dicho muchas veces. Me encanta el cine. Me gusta la música. Me parece mágico el momento en el que uno se transforma y se convierte en el protagonista de la peli o de la canción.

¿Quién no ha sido Litz Taylor, James Dean, Angelina Jollie, George Cluny, Tom Cruise, Scarlet Johanson, etc, etc...? Todos nos hemos sentido el "prota" de esas películas. Hemos atrapado bandidos, conquistado al chico o chica que nos gusta, salvado al mundo... Y todo eso en dos horas de peli o en cinco minutos de canción.

Desde la antiguedad el hombre ha sentido la necesidad de contar historias. Cervantes, Shakespeare, Dickens, Lope de Vega, etc son los antiguos guinistas de las pelis actuales. El bien y el mal, el amor, la amistad...
Incluso el ser humano ha tenido la necesidad de representar esas historias. De mostrarles a otros, de una manera visual, de qué estamos hechos. Con las grandezas y las miserias.

Hace ya más de un siglo, unos señores inventaron una maquinita capaz de reproducir negativos de fotografía, pegados uno tras otro. Mientras, un poquito antes, otro señor inventaba la capacidad de transmitir sonidos por ondas de radio.  Los hermanos Lumiere y el señor Marconi, con sus cinematógrafos y reproductor de radio, más allá de que fueran los primeros o no, unieron la capacidad de contar cosas con la habilidad de hacerlo de forma visual y sonora. Y tras la radio nació el cine. Primero mudo, después sonoro. La capacidad de soñar, de emocionar, reflejada a través de esas "maquinitas".

Claro, a partir de ahí nació una industria. Una industria en las que algunos pioneros se la jugaron, se arruinaron y después triunfaron. Las cosas no surgen de la nada, necesitan decisiones arriesgadas en muchas ocasiones, y no haber tenido éxito muchas veces para poder tenerlo una.

La industria evolucionó. Películas como Ciudadano Kane o artistas como Elvis Presley contribuyeron a aportar otros puntos de vista, a enseñarnos que la verdad son muchas verdades, cada uno con la suya y todas válidas.

El cine generó una hermana, la televisión. Una hermana muy atractiva. Guapa donde las haya y con una capacidad de atracción sin límites.

Me imagino como debieron ser esos primeros momentos en que mis abuelos podían ver a personas contando historias a través de esa cajita. Sentirse protagonistas. 

Sin duda era mágico.

Y es que el mundo audiovisual es pura magia. Muy difícil de explicar con palabras todas las emociones que genera.

Sin embargo, es un mundo que desde que nació como industria no se ha transformado apenas. Obviamente se ha transformado la tecnología, el número de canales (yo nací con el VHF) y los contenidos. Pero la manera de hacerlo, la fábrica, apenas ha cambiado.

Es cierto que los medios técnicos han universalizado para que cualquiera pueda fabricar contenidos,y es cierto que la informáticay los modernos sistemas de edición permiten cambiar totalmente una imagen original. Pero la forma de hacerlo, los egos que se esconden detrás de eso, las desconfianzas con los derechos de propiedad intelectual, eso, no ha cambiado nada.

Por ser simplista. Para "fabricar" un contenido audiovisual se parte de una historia (un guión una idea) después se generan tres fases, cronológicas (más o menos en el tiempo) que se llamana preproducción, producción y postproducción. Ydespués ya viene toda la fase de comercialización o distribución y exhibición del contenido. El momento en que compras el disco o vas al cine a verlo.

La preproducción es el "eureka". Es la de tengo una historia y me la imagino. Lo pongo en un papel y hago un boceto de story board (el power point de la tele).

La producción es donde ruedo, generalmente horas y horas de imágenes o de generación de composiciones musicales para acabar utilizando una pequeña parte.

La postproducción es donde junto todo. Lo meto en la batidora (obviamente será muy distinto que sea Woody Allen o uno de nosotros....o tal vez no) y tengo el producto, el contenido.

La gente que se dedica a esto lo vive. Lo siente. Sin eso no se puede dedicar al mundillo. Necesita creer en las historias para las que trabaja. Es gente de una pasta especial, artistas. La mayor parte de las veces esto mete de por sí emoción, pasión a lomque se hace. Hay otras veces que la condición de artista complica un poco las cosas...

En definitiva con los contenidos se genera la industria a su alrededor. El que puso la pasta(productor) quiere rentabilizarla, como es normal. Eso está reñido muchas veces con la confección y rodaje de la historia, generando ineficiencas y por tanto un exceso de costes.

Claro, para poder ser rentable o se es porque se arrasa en taquilla, venta a las teles, etc o  se buscan otros medios. Desde reducir al máximo los costes de alguna fase (por ejemplo producción) sustituyéndolos por el incremento de los costes en otra fase que le permitan sustituir rodaje por imágenes animadas por ordenador (postproducción), hasta la venta de imágenes de las que sobraron a precios muy elevados.

Vamos, que detrás de la magia, que es lo que nos importa, hay todo un modelo económico y de negocio sin el cual ésta no sería posible.

Por supuesto podría llenar y llenar líneas hablando de la gestión de los derechos que se generan o de el mundo de subvenciones o ayudas a la producción que aplica en casi todos los países donde se hace cine.

No es el momento. Sólo os meteré la cuñita publicitaria de un proyecto, que muchos ya conoceis y que se llama clipyoo ( www.clipyoo.com ) que fundamentalmente trata de aprovechar o reciclar ese exceso de material que se genera en un rodaje y que nunca se usa. Es material de archivo válido, grabado por profesionales, que en cortes de 10 segundos (lo que dura un plano de video) puede descargarse a través de la web a un precio 5 a 10 veces inferior al de la industria actual (esa que nos maravilla pero que no ha cambiado en tanto tiempo) y que permite a otras personas, directores, productores, gente que quiere hacer una presentación con contenido audiovisual, etc,  acceder a planos que necesitan para sus creaciones sin necesidad de tener que gastarse una pasta en producirlos. Y mientras sus dueños, los que tienen ese archivo, le sacan un dinerillo, en vez de tenerlo en una estantería cogiendo polvo, o en "la nube" ocupando espacio.

El modelo está claro que tiene que cambiar. Y no sólo por la evolución técnica o tecnológica, sino por la propia gestión de esos derechos, de esos contenidos.
Pero lo más importante para que la industria evolucione en positivo creo que es que los espectadores hagamos un consumo responsable. Nos quejamos a veces de reality shows, etc que después tienen unas audiencias espectaculares... Ojo con eso.

Yo quiero que la magia siga siéndolo. Para ello hay que cuidar las dos partes fundamentales, la que crea..y la que consume... ¿Seremos capaces?

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