Contenidos audiovisuales en internet

La Televisión será Internet e internet será la televisión. Llevo tiempo diciéndolo y así va a ser en un abrir y cerrar de ojos.

No sólo será televisión. Serán todo tipo de contenidos audiovisuales. Ya están en la red, pero es que dentro de muy poquito los veremos en nuestros televisores de 40 pulgadas 3D con conexión a internet y en los que operaremos como si fueran un ordenador.

Esto no es ciencia ficción. Esto ya pasa. En España poco, en USA o UK empieza a ser un estándar. Pronto, el periódico, libros, video libros, material educativo, música, videojuegos, todo lo veremos en nuestro receptor de TV y lo descargaremos a través de la red en una ADSL de mínimo 10 Mb mediante tiendas de aplicaciones de los grandes Majors, que pasaran de ser la Metro  o la Warner a ser Google,  Apple o Telefónica. Los primeros deberán adaptarse o… ¿morir?

Por supuesto esto cambia totalmente el modelo de gestión de contenidos audiovisuales que lleva razonablemente estable 20 años. Con más o menos canales y con o sin plataformas digitales, pero con errores no aprendidos hasta ahora y con necesidades de optimización en un mundo nuevo.

No voy a entrar en temas de propiedad intelectual. La piratería es delito y no hay más que hablar. Creo que la ley Sinde tiene su parte buena y su parte mala, pero sobre todo creo que el respeto a las creaciones de los demás y en general los valores sobre los que se fundamenta el respeto, la honestidad, la confianza, etc hay que enseñarlos desde parvulitos. No creo que la ley Sinde sea una solución de base, es un remiendo. El que lo hace mal, debe pagarlo, está claro, pero es más fácil atacar el problema en origen.

Y sobre todo, ¿por qué la gente piratea?, por la inmediatez de poder acceder a contenidos y por ahorrarse un pico de un dvd, un cd o en el soporte correspondiente. Esto con internet se puede cambiar si es razonable para todos. Los creadores también deben entender que el tiempo en el que sus obras se vendían por una buena suma de dinero (que seguramente no verían ellos dentro de la cadena de valor) se ha acabado. La red democratiza el acceso y el precio de acceso a estos contenidos y esto es lo que hay que entender.

Pero esto dará para otro post. Centrémonos en cómo se gestionarán estos contenidos. La figura del creador existirá siempre. Nada puede reemplazar al ser humano. Es único y sus creaciones también.

Con internet desaparecen intermediarios. El dueño del contenido puede explotarlo directamente, puede acceder a financiación a través de la red y hacer su campaña de marketing y su gestión de contenidos con software libre, incluso su post producción. Cuanto más esté dispuesto un creador a desarrollar por su cuenta las actividades que antes tenía que externalizar, antes estará presente junto con sus creaciones en este mundo digital. Mínima inversión, máximo rendimiento.

Cualquiera de nosotros accederemos a esas creaciones a través de internet desde el televisor de casa. Las reproduciremos y veremos todo tipo de contenido, con las correspondientes salvaguardas legales, pero amigos, esto va así y así de rápido.

Es importante especializarse en la gestión virtual y la producción virtual de contenidos. Importante aprovechar y poner en valor todo aquello que hasta ahora está en los estantes de las productoras y de los free-lance o propietarios independientes que lo tienen grabado, en HD, y sin sacarle rendimiento alguno. Graban 10 horas de imágenes para que en el programa de turno utilicen 5 minutos. ¿Qué pasa con el resto?

A esto muy pronto dará respuesta una empresa que será capaz de aglutinar archivos de contenidos profesionales, en HD, de video y audio y ponerlos en valor para sus creadores, los productores, los guionistas, los publicistas, los directores de cine, de videos, de videojuegos, de videos corporativos, de editoriales, de organismos que elaboren material educativo audiovisual y en definitiva de todos nosotros. Anotad este nombre: CLIPBOOK.

Pronto hablaré más de ellos.

Como este mundo audiovisual me apasiona y creo que el cambio va a ser radical y muy rápido espero que los nuevos contenidos se adapten a necesidades reales de los consumidores y no al revés. De este modo tal vez nos ahorremos unas cuantas horas de telebasura, que por otra parte es muy rentable…