Ley Sinde: Todo sería más fácil empezando por las aulas

Hablemos con propiedad. Cuando hablamos de la ley sinde (o en lenguaje twitero #leysinde), estamos hablando de la segunda disposición final de la ley de economía sostenible. Esto es importante, porque en una ley cuyo pretendido fondo es realizar cambios estructurales dentro del modelo económico  español, se trata, por primera vez,  el tema de la economía digital, en este caso con énfasis en esa segunda disposición, mal llamada ley biden-sinde o ley sinde.

Aclarado este punto, lo primero que hay que decir es que la ley de economía sostenible no cambia nada, y la famosa disposición adicional aún menos. Este país necesita reformas estructurales concretas, hechos, hechos medibles y ambiciosos, no propuestas abstractas sobre el sexo de los ángeles.
Desde mi punto de vista, y aparte de lo ya comentado en este blog sobre reorganización administrativa del Estado, urgente, que yo propondría,  la principal reforma debe ser aquella en la que nace todo. La de la educación.

Por supuesto, la educación no es solo la enseñanza educativa. Existe una parte familiar y relacional, que es  la que marca, en muchos casos, la forma de ser y las actitud con la que el niño de hoy se enfrentará a los problemas de mañana.

Obviándola y siendo conscientes de su importancia hay otra parte de la educación que necesita una reforma de de calado. La enseñanza de las aulas. Es ahí donde hay que empezar a enseñar a los adultos del futuro que existen unos valores. Que el respeto a las creaciones y al trabajo de los demás es esencial en una sociedad. Y que además las cosas tienen un valor, un valor que debe ser justo y equitativo. Esos valores deben calar en esos niños. Debe ser la pauta para cuando realicen su primera transacción digital, comprendan el por qué una creación tiene un precio.

Claro, ese precio debe ser justo. No seamos demagogos como algunos creadores están haciendo estos días en twitter. ¿Pero quién no prefiere tener algo gratis a pagar 30 euros por ello? Pero digo yo, ¿y si a través de la red, donde los intermediarios se simplifican y el canal se hace más corto, el precio es menor?. ¿Si un CD de los que han apoyado tanto esta mal llamada ley sinde, se vendiera en internet a 5 euros en vez de en una tienda a 24.99?. ¿Qué pasaría?

¿Qué pasaría si además desde niño se entendiera que esos creadores merecen un respeto y un pago justo por hacernos disfrutar a todos con sus obras?

La ley sinde es un parche. Un parche que lo único que facilita es al Estado para erigirse en juez y parte. La apoyan los partidos mayoritarios porque dentro de poco hay elecciones, y claro los artistas de sus colores son mucho más mediáticos que los que nos gusta este mundo digital, que además es el futuro. Adaptémonos todos y no hará falta una ley en plan policíaca para castigar a los malos, sin ni siquiera entender quienes son.

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