Spanish Revolution : ¿y ahora qué?

Hace unos cuantos post hablaba de la necesidad de cambios  y de que la “gente pequeña” junta podía hacer muchas más cosas de lo que pensamos. Hoy es una realidad. Como los acontecimientos mandan, vuelvo a hablar sobre ello. Intentaré ser objetivo y constructivo, aunque, desde ya, os digo que comparto la indignación y muchas de las reivindicaciones de los acampados en la Puerta del Sol de Madrid y en toda España.

Vamos a ver. España está organizada administrativamente en 17 Comunidades Autónomas más Ceuta y Melilla. No es un Estado Federal ni una agrupación de naciones, pero en algunos casos tienen transferidas competencias que casi les constituyen en Estado Federal. ¿Cuál es la diferencia?, no gestionan todo lo que recaudan, se distribuye centralizadamente. Pero hay diferentes grados de descentralización y esto ya genera diferencias.

Primer problema, no hay una adecuada ley de financiación que articule cómo se puede financiar todo el peso de las más de  8.000 administraciones locales y autonómicas que tiene este país. El hecho de que electoralmente se necesite muchas veces contar con votos de partidos regionales, hacen que la contrapartida de esa región sea un mayor grado de autogobierno y de beneficio económico sobre el resto. 

Primera propuesta: Una nueva articulación del Estado. Hay que darle la vuelta, no caben 8.116 municipios. No caben 17 comunidades autónomas (y Ceuta y Melilla) en las que muchas de ellas operan como un Estado sin serlo. Si vamos a un modelo de Estado Federal, definámoslo bien, y si vamos a uno centralizado hagámoslo bien también, pero gestionemos correctamente los recursos. Reforma YA.

Segundo problema, la ineficiente financiación local y autonómica ha llevado a que los ayuntamientos y gobiernos autonómicos y locales obtengan recursos a través de recalificaciones del suelo, lo cual ha generado una burbuja inmobiliaria y corrupción.

El alcalde de un pueblo o el concejal de festejos cobran por serlo en la mayoría de los casos. Y como cobran, quieren ganar elecciones para seguir cobrando ese sobresueldo (además se dedican a otra cosa). Claro, para seguir ganando elecciones necesitan hacer rotondas, piscinas, polideportivos y una serie de obras civiles que puedan mostrar para solicitar el voto en las siguiente elecciones. Como partimos de la base de que no tiene recursos para ello, ¿qué se ha hecho? Se acude al promotor de turno y, si se hace sin corrupción, se le ofrecen recalificaciones de suelo y licencias urbanísticas a cambio de determinadas obras que redunden en el bien del municipio. Si hay corrupción además se les piden otros peajes. Y ¿a qué lleva todo esto?, a encarecer el precio de la vivienda. Como le cuesta más construirlas por el pago de todas estas contrapartidas, las venderá más caras y así se genera una espiral en la que hemos vivido hasta a finales del 2008, que explotó.

Y esto nos lleva al parón de la construcción, que era el motor de la economía española y al descenso del consumo, incremento del paro, etc. 

Segunda propuesta: Además del tema de la financiación, para evitar la especulación con el precio del suelo, hay que cambiar el modelo productivo español. ¿Qué tiene España?, ¿en qué puede competir? ¿Cómo puede contribuir a un mundo mejor generando riqueza de una forma equitativa y sostenible? Pues señores, hay que cambiar el modelo. España es líder en turismo, es una de las principales potencias en energías renovables y tiene el capital humano suficiente para apostar por desarrollos tecnológicos y fomentar la inversión privada en I+D+i. Supone, cambiar la política educativa, cambiar la legislación fiscal, favorecer el I+D+i, apostar por los emprendedores de verdad, reconvertir los sectores que no aportan nada y son deficitarios y en definitiva un cambio estructural (no con parches impuestos desde fuera) del cual no veremos los frutos hasta dentro de 10 años y del cual nadie puede sacar rédito político. Debe ser consensuado y contundente. España necesita que los mercados vuelvan a creer en ella.

Mi propuesta es el cambio de modelo productivo, amparado en un pacto de Estado o en un Gobierno de Concentración Nacional que sea capaz de acometer todas estas reformas junto con la de la articulación del Estado.

Tercer problema, la clase política y la irresponsabilidad de muchos medios de comunicación. España necesita un tío (perdonarme la expresión pero si no lo digo reviento) que le eche un par de huevos. No necesitamos un señor frío, necesitamos un señor que, además de rodearse de excelentes profesionales a su alrededor, sea capaz de generar consenso y de coger el toro por los cuernos. Y necesitamos que la prensa no esté manipulando constantemente si no es de su cuerda (me da igual el color). Y estoy seguro que ese señor existe. Y estoy seguro que existe ahora mismo en algún partido pero no le dejan, ¡¡no le dejan!!. Este país necesita una regeneración democrática urgente. Los gobernantes actuales, sindicatos, patronal y demás agentes sociales están sólo preocupados por sus cargos y sus subvenciones. No sean hipócritas, no les importa su país, no lo están demostrando.

Tercera propuesta: Dimisión del Gobierno actual y convocatoria de elecciones urgente. Dimisión de las cúpulas dirigentes de los partidos políticos actuales y regeneración del sistema. Gobierno de Concentración Nacional post elecciones y listas abiertas en las mismas. Que ningún imputado por ningún delito se pueda presentar a ningún cargo público. Para ello debe garantizarse la independencia judicial de forma fehaciente, sin que se vuelvan a generar sospechas.

Cuarto problema, la economía sumergida. No nos engañemos, España no tiene cinco millones de parados. Sí, pero no. La situación es dramática y mucha gente está sufriendo muchísimo, pero hay otros que le están echando mucha cara. Cobran paro trabajando y perjudican al resto. O aquellos que cotizan sin trabajar para después ir al paro, al mismo tiempo que genera un gasto deducible a la empresa de turno. Hay un fraude de IVA, porque seguramente el sistema recaudatorio es injusto, hay personas a las que se incita a trabajar sin contrato. 

Cuarta propuesta: Hay que cambiarlo. Aflorar el 20% de economía sumergida, que se pague impuestos por ella y que se deje de perjudicar a los que lo pasan mal porque otros le echan mucho morro al asunto. Esto se puede controlar, hay funcionarios suficientes, pero ¿interesa? ¿Hay algún motivo por el cual nadie lo hace? Debemos articularlo con una ley con todas las garantías procesales para el presunto “fraudulento” y debemos poner los funcionarios “ociosos” a trabajar en ello. Toco otro tema, los funcionarios: no metamos a todos en el mismo saco ni seamos injustos con ellos, pero se les debe exigir igual que a cualquier otro trabajador.

Quinto y último problema que voy a tratar, las pensiones. El sistema tiene una parte muy buena, garantiza que nadie se queda sin nada, (Ojo, no todo es negativo, la Seguridad Social y el sistema de pensiones es un lujo en España) pero  hay una parte negativa. ¿Por qué se tiene que financiar con una “hucha” llamada caja de la seguridad social?. ¿Por qué no se puede financiar con parte de la recaudación de IVA por ejemplo? Claro, si lo financiamos sólo con las cotizaciones a la seguridad social lo que pasa es que cuando disminuyen estas en situación de crisis por ejemplo, para que la cuenta cuadre, o subes el importe unitario de cotización o subes la edad de jubilación. Son matemáticas.

Quinta propuesta: Cambiémoslo. Que se financien a través de los presupuestos generales del estado (como ahora) pero con todo tipo de impuestos, no sólo cotizaciones a la caja única. Esto permite flexibilidad en el sistema y flexibilidad en la utilización (ojo, racional, no electoral) de los recursos.

Podríamos seguir pero creo que todo lo que pasa es fruto de una mala articulación del Estado y una elevada generación de desconfianza en los últimos años. Es vital, vital que la clase política se conciencie de ello y que los medios no estén cuando “interesa”. La gente de las acampadas que hay estos días con todos los lemas de #nolesvotes  #democraciarealya #quelesvotesupadre  #acampadasol y etc, etc no son cuatro zumbados antisistema. Os invito a ir a verlos. Es gente de todas las ideologías, con niveles culturales y formación alta, con experiencias laborales, con familia pero que se les a limitado su esperanza. Es gente cabreada que está harta de que el sistema destruya en poco tiempo todo lo que se han currado los últimos años. No les tomemos por estúpidos, tomémosles por gente muy preocupada de verdad por lo que está pasando y que es la punta del iceberg solamente si no se acometen las reformas comentadas urgentemente. 

Así mismo no seamos hipócritas. Todos tenemos nuestra parte de “culpa” y nuestro granito que aportar. Aprendamos la lección de haber consentido un sistema “inflado” cuando nos interesaba. No todo son los políticos, el que lo ve y calla también tiene responsabilidad.

Señores “líderes políticos” actuales y señores “mediáticos de los medios”. Dejen su sitio YA a gente no contaminada por favor, háganle un favor a este país que es mucho más grande que todos ustedes.