La Navidad del día a día

Los que me conoceis ya sabeis lo que suelo decir yo por estas fechas, cuando hablamos de la Navidad.

La Navidad es magia. Desde  crío me ha encantado  disfrutar de  ese momento de reunión de todos mis primos y amigos de la familia en mi casa. Ese "espíritu navideño" del que todo el mundo quiere embeberse y que por un día, unas horas nos convierte en gente "buena".

Y eso existe. Es cierto. La Navidad hace que parte del estrés diario en el que vivimos desaparezca. Hace que tengamos 5 minutos para pensar en quienes somos, a través de todos los encuentros con seres queridos que se producen esos días. Y nos convierte a todos en un poquito más tolerantes, siendo pacientes con cosas que generalmente nos sacarían de quicio en el minuto uno.

Desde ese punto de vista, bendita Navidad.

Recordemos también que la Navidad es un momento religioso. Donde se representa el nacimiento de un "idealista" que cambió el mundo.

Pero señor@s, no caigamos en la hipocresía de, amparados en el "espíritu navideño", hacer durante 24 horas algo que durante los 364 días siguientes ni nos planteamos.

La Navidad, entendida como esa tolerancia y el espíritu de sacar lo mejor de nosotros mismos, debe de estar presente todos los días. Todos los días valen para recordar ese mensaje de cambio, de esperanza que sí nos creemos unas horas. Y claro,  al mismo tiempo alinearnos con él, con hechos, independientemente de la religión o creencia. Los demás  se merecen ese respeto y simpatía que sí estamos dispuestos a darles ese día. Todos lo merecemos.

Hay una cosa en particular que me cabrea mucho. Los telemaratones y las campañas de las ONGs. Tocamos la fibra sensible y ea, unos a pedir y otros a dar para aliviar un poquito de conciencia.

Las ONGs y muchas organizaciones religiosas (esas que también son parte de lo que tanto criticamos), hacen una labor maravillosa. Si uno va 10 minutos a un campo de refugiados en Africa, LATAM o Medio Oriente, lo verá. Sin ellos no sería posible que muchas personas sobrevivieran. Son un orgullo para todos nosotros.

Pero no podemos convertir en mercadeo de sentimientos y toque de conciencias la Navidad. Damos para los telemaratones o campañas similares  telemaratones y al mismo tiempo nos gastamos una pasta en cenas, lotería y regalos. Un poco incoherente, ¿no?.

Creo que todo lo que se genera en estas fechas de buena fe, de creer en cambios, de ser tolerante, debe durar todo el año. No podemos quedarnos en un día. El resto se merece ver nuestro lado "bueno" 365 días, y nosotros nos debemos el mostrárselo.

Pasarlo muy bien y ya que hemos cogido carrerilla, seguir con ese mismo espíritu todo el año.

Feliz Navidad, y feliz 14 de Enero, 9 de febrero, 19 de abril, 24 de Junio, 31 de agosto, 3 de Octubre y etc, etc, etc
 
#sepuede

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