Recetas económicas para salir de esta
Nada es eterno. Partamos de la base que saldremos de esta, eso que
a nadie le quepa la menor duda. Habrá que ver, eso sí, el coste que
tiene.
La
economía son ciclos. Su duración dependen de muchas cosas, pero son
ciclos. La tormenta pasará y se pueden hacer algunas cosas para que duré más o dure menos.
Voy a intentar contar de una forma sencilla (como para mi abuela, de 93 tacos) como veo yo esto del ajuste, las opciones que hay y como podemos salir de esta.
Cuando
todo va bien, en un país como los de Occidente hace 5 años, nadie se queja de los
desequilibrios que se producen. Es parte del individualismo que produce
una economía de mercado y es intrínseco al ser humano. Si me va bien a mi y a los mios el resto, los de la otroa manada, clan, etc que se busque la vida.
Cuando
las cosas se tuercen entonces todos nos acordamos de las injusticias
del sistema y buscamos a los culpables de la catástrofe. Miramos a las otras manadas y tribus para ver si les pasa lo mismo e incluso nos vamos a lloriquearles un rato. En las desgracias nos hacemos amigos de los enemigos. Curioso.
Claro,
eso en términos económicos se traduce en que las cosas pueden ir bien porque se tiene una buena base, unas estructuras sólidad, unos cimientos consistentes, o pueden ir bien porque la ausencia de tormentas esconden los malos cimientos. Esto último sirve en el corto plazo, pero no a medio y largo plazo.
Y
eso es lo que ha pasado en España. Durante años crecimos, de forma muy
importante, con políticos que administraban de forma "alegre" los
recursos que teníamos, poniéndose muchas medallas y recordándonos todos los días lo buenos que éramos. No había demasiada autocrítica y los ciudadanos y el sistema eran cómplices de la situación. Mi manada iba bien, el resto....
Por supuesto. Los políticos y los poderosos tienen mucha "culpa" (otra palabra
que odio) de esto, pero detrás tenían un país que crecía, ciudadanos que se
endeudaban por encima de lo que podían contando con la complicidad del
sistema y que insisto, no se quejaban por ello (salvo cosas aisladas).
Esos ciudadanos progresaban, pero se metían en una barrera de
riesgo y su riqueza era "artificial" en gran parte aunque eso sí, en un Estado de Bienestar idílico, pero ficticio).
Y mientras, el Estado
gastaba y gastaba (lo necesitan para ganar elecciones) pero no se
preocupaba de revisar si la base era sólida.
Y
llegaron las tormentas. La economía, aunque nos cueste mucho
entenderlo, depende de lo que pasa a nuestro alrededor. Por ejemplo, si uno que
tenemos sentado al lado en el cine tose, nosotros podemos coger un
catarro. No tiene por qué ser así, pero si el de al lado resulta que
tiene un virus y nosotros hemos entrado en contacto con él tenemos muchas posibilidades. Es más, al primer síntoma dudaremos si sí o si
no. Mientras dudamos nuestra confianza se debilitará y tanto nosotros como nuestro
entorno podrá verlo. Sólo cuando tengamos un buen diagnóstico podremos aplicar un buen remedio, uno que funcione.
Esto
es importantísimo. La confianza es la base del sistema (sea este bueno o
malo). Cuando nos endeudábamos por encima de lo que podíamos era porque
teníamos confianza en devolverlo. No había psicosis de irnos al paro o
de que nos fuera todo mal. Pero no sólo nosotros individualmente, sino
el sistema de forma conjunta. Los bancos nos lo daban porque pensaban que su riesgo era mínimo.
El
caso es que a los primeros síntomas de una gran tormenta la confianza se
resintió y nos dimos cuenta que las vigas de la casa no eran
resistentes. La estructura estaba mal.
Podíamos
haber tirado la casa abajo y haber empezado de nuevo. Podíamos haber
puesto nuevos cimientos. O podíamos probar con tapar pequeños agujeros y generar una espiral de parches.
Lo
primero hubiera llevado un gran esfuerzo. Unos años duros reconvirtiendo
todo. Hubiera sido duro, pero desafiante como país. Eso conllevaba una
cosa, estar juntos poner todas nuestras miserias al descubierto. Y
claro, a muchos esto no les venía bien.
Por
eso hemos ido por la segunda vía. La de los parches. La que además nos
exigía una sumisión a los preceptos sobre parches que ya están
establecidos en la Unón Monetaria de la UE. Realmente son preceptos que para países del sur de
Europa son duros, mientras que cuando algún país se reunifica y se los
salta se le suaviza bastante la cosa.
Pero bueno. Llegados a ese punto los parches a los que me refiero tienen un nombre técnico, se llaman políticas monetarias o politicas fiscales, aunque para explicárselo a mi abuela iré poniendo unos ejemplillos.
Las
políticas monetarias exigen un Banco Central. En la Unión Monetaria esa competencia
está delegada al Banco Central Europeo. Sólo él, puede decidir si pone
más dinero en circulación (por ejemplo, darle a la maquinita del dinero y meter más pasta en circulación, o dicho de forma técnica, inyectar liquidez al sistema). El hecho de poner más dinero en el circuito permite que se produzca lo que se llama un efecto expansivo. Es decir, a más
dinero en la economía, más actividad y a más actividad más posibilidad
de crecer.
Imaginaros
que en vuestra casa sois una familia de cuatro. Vuestros padres y dos hermanos. Cada uno tiene
100 euros y con eso tiene que arreglárselas para comer, pagar la luz, el agua, salir, ir a trabajar, etc. Imaginaros ahora que se meten en
el sistema trillones de euros y cada uno de vuestra familia pasa a tener
10.000 euros. Claro, en terminos nominales tiene más, 10.000 es mucho
más que 100. Pero el hecho de haber metido esos trillones de euros en el
sistema ha podido ocasionar que cuando una barra de pan costaba 50
centimos ahora pase a costar 5 euros. Se llama inflación y supone una subida
de los precios.
Meter liquidez en el sistema o meter billetitos puede suponer que suban mucho los precios y donde pensamos que somos ricos realmente nos estemos empobreciendo. Inflación pequeña es normal, inflación grande no es buena.
Esto
es lo que ha producido que el BCE no meta demasiados billetes en la
economía, como ha hecho USA o Japón. El miedo a que se produjera ese
incremento de precios y supusiera una escalada imparable. Tiene una
explicación más profunda, las dos guerras mundiales vinieron precedidas de este
problema en Alemania y como ellos controlan el BCE pues dicen que ni de
coña. Recordar lo que decíamos de la confianza...
La
segunda forma de poner parche se llama política fiscal. Se trata de que
el Estado, como un agente económico (como cuando tus padres te dan la paga), se ponga a gastar (expandir) o
recortar (contraer). Durante los años 50 y 60 tras la segunda guerra mundial,
las políticas fiscales expansivas fueron la panacea de la recuperación,
amparadas por un señor bastante listo llamado Keynes. Su escuela llevó a
grandes estados (en tamaño) que generaron riqueza y expansión de sus
economías, pero incrementando los niveles de deuda. Esto es bueno hasta un límite, porque si no pasaría como en el ejemplo de las familias del principio, que tendríamos tantas deudas que no seríamos capaces de pagarlas.
Esta
es la receta que empieza a aplicar Estados Unidos tras intentar otras cosas y ver que no le han funcionado. Tiene sentido y es
eficaz si se hace bien, si se hace con control y sin el desparrame que
hemos tenido en nuestro país con las Comunidades Autónomas. El Estado se
convierte en la chispa que vuelve a encender el motor de la economía.
Era la receta de Zapatero con el plan E, aunque está claro que eso fue
una chapuza que tuvo el efecto contrario, generar un agujero más grande
sin prender ninguna chispa.
Pero
el parche de la Política Fiscal también puede ser contractivo. Vamos,
recortar a saco. Si se hace bien, funciona. Es la receta económicamente más conservadora
pero igualmente válida ante situaciones de gasto incontrolable. Pero
repito, hay que hacerla bien. Recortar gastos significa fundamentalmente
recortar gasto corriente (sueldos fundamentalmente) y una parte de la inversión. Además
se suben impuestos (que teóricamente debería ser de forma equitativa) y se controla el tan estigmatizado déficit público o en otras palabras, el que seamos capaces de pagar lo que debemos.
Esta
es la receta de Merkel y que España asume porque no le queda otra (¿o
si?). El problema es que se aplica mal. No se ha recortado el gasto
corriente más de un 3-4% mientras que la inversión pública, que es la que
puede incentivar al resto de la economía, se ha recortado un 15%. Dicho a lo bestia, recortamos
I+D (investigación y desarrollo) pero no en el día a día del Estado.
Esto
no es fácil, lógicamente. Recortar gastos corrientes (que insisto, a
pesar de ajustes/privatizaciones y congelaciones de pagas se ha
recortado poco) significa, entre otras cosas, tener una ley del funcionariado excelente. No
permitir que por una serie de personas acomodadas y apoltronadas, un
colectivo como los funcionarios carguen con una fama injusta. Pero al
mismo tiempo medirles y despedirles si es el caso, como cualquier otro
trabajador. Como a tí o como a mí.
Recortar gasto corriente también significa acabar con el despilafarro de todo lo que lleva acompañada la palabra oficia". Es decir, acabar con el despilfarro de consejeros, senado, cochess, escoltas, etc.
Esto
es complicado. Los poderosos viven bien y el tomar una decisión de este calibre exige que se pongan de
acuerdo y tomen una decisión que les va a venir mal y que además va a ocasionar que el líder de la oposición sea fulminantemente despedido por sus colegas. Da igual del color político que sea. Una decisión así exige críticas constructivas, lealtad e ir de la mano, unos y otros, con compromisos y mucho tacto pero también mucha determinación. Y en este país, que somos los campeones de ponernos a parir cuando le pasamos la responsabilidad a otro (especialmente los políticos) eso es prácticamente imposible (palabra que odio).
Por eso las políticas de ajuste están fallando, porque
Rubalcaba y Rajoy o PSOE y PP no tiene huevos ni la talla política para hacerlo. Y
mientras, nos está costando empobrecer al país y generar un Estado de
Depresión Nacional, sobre todo en los jóvenes.
Daría
mucho, pero que mucho para hablar todo esto. Por supuesto muchos
estareis en desacuerdo y eso es genial porque el debate, siendo
constructivo, nos hará mejorar y tener iniciativas. Vamos justo lo que
no pasa en el sitio ese donde se supone que se sientan los que nos representan y que es un
circo diario.
En
mi opinión la forma de darle la vuelta a esto es ir a la base, a la raíz del problema. Pensar
qué es lo que hacemos bien y orientar el país a eso. Ya sabemos que el
turismo sí y servicios también. Sin embargo no hacemos industria (salvo
naval que está muerta) ni somos buenos en extraer el material de la
tierra ni en sembrarla. Rectifico, sí somos buenos, pero otros lo hacn
mejor y más barato. Ya sé que hay ejemplos de algunas grandes empresas, pero que desgraciadamente no representan la generalidad del país. El país exige una reconversión del sector industrial y del sector agrícola radical. Y una reorientación de todo (desde la educación hasta la formación profesional) a lo que podemos hacer compitiendo y que puede genersar riqueza.
Se
trata de reconvertir al país. Eliminar lo que no nos permite competir,
invertir en I+D en aquello en que tenemos la opción en convertirnos en
fuera de series. Turismo, Servicios, Tecnología, Patentes, Biomedicina, etc... Ayudar a quello que sí tiene opciones de convertirnos en líderes con un pequeño empujón (vino, aceite, renovables, etc) y reorientar laboralmente a
los sectores que no son competitivos. Si un millón de personas "sobra"
en los próximos 20 años trabajando en la construcción, pues empecemos a abordar el problema hoy. Demosles facilidades, formemosles, confiemos en ellos para poder
reorientar su cualificación profesional. Tengamos un plan como país y
seamos conscientes que esto exige 10 años difíciles, para poder ganar
otros 30 en condiciones. Apostemos por cambiar la base y reescribir las
reglas, sin estar tan sometidos a lo que le viene bien a otros (en
concreto a uno) y sobre todo, hagámoslo JUNTOS sabiendo que lo que hago en mi tribu influye en la de al lado.
Seño@s,
se puede. Singapur, Korea del Sur, Japón y la propia Alemania lo
hicieron. Se trata de creer y tener líderes en sentido amplio de la
palabara. Y eso, está.
Nos falta recuperar la confianza y el orgulo de
ser quienes somos y darle la oportunidad a grandes líderes que el
sistema tiene tapados. No nos rindamos.
Vamossssssssss
Este es el comentario que me ha mandado mi padre por e-mail. No tiene desperdicio!
ResponderEliminarEsto es más complejo, el capital (Banca) tiene gran cantidad de deudas (no los banqueros, a no ser con sus propios bancos), causadas por su mala gestión ( Contratos blindados, derroches, malas inversiones en empresas amigas o vinculadas etc, etc..), no se puede permitir una pérdida de sus privilegios y al fin y al cabo son quienes dirigen la Nación. Unas medidas en detrimento de la banca supondría la pérdida no de los banqueros, que ya tienen sus bolsillo llenos pero están ávidos de más, sino de todos los pequeños ahorradores incapaces por el sistema, de recuperar sus ahorros (ejem., las preferentes, acciones Bankia). Por eso, toda medida que se tome será en contra del más débil. (Noticia del Mundo de hoy 100.000 millones en bancos Suizos) (Hay más bancos que los Suizos)
Yo, que viví la transición, vi como la creación de las Autonomías significaba la manera de ubicar a politiquillos locales que de otra manera se quedaban en la calle y la posibilidad de que éstos, amparados por la banca, pudiesen medrar en beneficio mutuo.
Para ajustar el déficit tendría que haber una catarsis política para acabar con el derroche del que no se quiere acabar. Fijémonos como algunos de los Gobiernos Autonómicos no han rebajado el gasto incluso aumentándolo como si la cosa no fuera con ellos, permitiéndose el chantaje a la Constitución y al Gobierno (débil) de la Nación.
La implantación de Bancos Nacionales como el de Crédito Agrícola, Crédito Industrial, Hipotecario etc.., (que ya existían) iría en perjuicio de la banca, gran perceptora de los beneficios impunes del "totum revolutum" en el que nos encontramos.
Para salir de la crisis, coincido contigo en que lo primero es tener voluntad política y conseguir de los partidos una voluntad y disciplina de acto, pero este es un hecho "imposible" porque las Autonomías quieren seguir medrando y los unos y los otros se despellejan para ser los mejores a ojos de los electores, pero sin dar soluciones a estos tiempos tan difíciles.
Por cierto, las abuelas ya no se enteran de nada pero nosotros...., sabemos que los artículos de primera necesidad suben, el estado de bienestar baja y que los impuestos y tasas que pagamos van a engrosar el bolsillo de otros que se dan de bofetadas para manejar los presupuestos, con lo que el pobre es más pobre y el rico que manipula las Instituciones (nombrando jueces, adjudicando contratos etc..) sale indemne de sus tropelías. La reforma de la Justicia como Órgano independiente y vigilado debe de hacerse de inmediato. (¿Cómo un juez nombrado por los políticos, después los va a juzgar?). La salida de la crisis también pasa por vuestras manos que sois jóvenes preparados y tenéis que ser valientes para alzar la voz con respeto y aportando soluciones. En los tiempos que estamos la clase política dirigente está muy acomodada para solo preocuparse de lo que ellos y sus amigos pueden perder.
En cuanto a Alemania, no hace otra cosa que seguir la doctrina de "Cicerón" que les va muy bien, no les lloriqueemos más y plantemos cara, pase lo que pase, en eso estoy con el Sr. Revilla (que algo sabe).
¿Vosotros, como economistas, en que perjudicaría más de lo que ya estamos, la vuelta a la peseta?, a lo mejor es una buena vacuna.
Recuperaríamos tejido industrial, racionalizaríamos la agricultura y la ganadería
Las embajadas tienen agregados comerciales que no se molestan en promocionar empresas españolas (excepto las grandes, ósease, las de intereses políticos) Hay que exigir y hacer trabajar a tanto parasito.
A los trabajadores se les disminuyen sus derechos mediante decretazos y a los del Ibex se les pide por favor moderación. (¡¡que vergüenza!!).
Carlos V quebró 5 veces al Estado Y Felipe II, 3 veces.
P.d. reflexiones de un perro viejo.