¿Esfuerzo o talento?

Eterno debate. ¿Recuerdas Raúl aquella discusión universitaria?. Tu defendías que Induráin era inigualable y yo defendía que cualquiera podíamos ser Induráin, eso sí, con un esfuerzo sobrehumano capaz de neutralizar la diferencia de talento entre ambos.

Y hoy día sigue vigente la pregunta. ¿Puede alguien, no dotado de forma natural en algo, tener éxito en ese campo supliendo el talento con esfuerzo?

Quiero pensar que sí. Quizás muy ambiciosa la cosa porque el coste personal suele ser muy alto y casi nadie está dispuesto a ello.

El hombre, además de la capacidad destructiva que todos nos encargamos de recordar en redes sociales habitualmente, tiene algo maravilloso. La capacidad de sacrificio y la fuerza que puede darle su corazó y que es inigualable por ningún ser vivo. Sí, ya se que lo que nos distingue es la cabeza y la inteligencia y bla, bla...pero, no, estoy de acuerdo, lo que nos distingue es la capacidad de sufrir, de amar, de usar eso como algo positivo, como una forma de generar energía que nos permita poder con todo.

La palabra se llama esfuerzo y se complementa con otra que se llama determinación. Las mayores azañas e la Historia del hombre tienen que ver con eso. No han sido cuestión de inteligencia fundamentalmente, ni de talentos innatos.  Han sido cuestión de corazón.

Nuestra cabeza nos dice muchas veces, "es imposible" (sabéis que odio esa palabra) y nos reímos de quién está seguro de poder realizar cosas que no creemos que se puedan hacer. Y cuando lo hace, entonces, lo admiramos. A veces a regañadiente o buscando la excusa de la suerte, pero lo admiramos. Primero nos reímos y luego lo admiramos.

Estamos constantemente encorsetados en los clichés que nuestro entorno, la sociedad y nuestras propias limitaciones nos imponen y no somos capaces de ver el bosque. Cuando vencemos esos prejuicios entonces aparece ese ser maravilloso que es capaz de todo, sin necesidad de pasar el día juzgando lo que hacen otros.

El talento natural es algo difícil de explicar hoy día. Nacemos iguales pero no somos iguales. Hay multiples factores desconocidos que explican el por qué unas personas tienen más habilides y capacidades que otras para determinadas cosas. 

Pero después hay que desarrollarlas. Einstein era un tio muy listo. Su Coeficiente Intelectual era de los más altos de cualquier ser humano y sin embargo él mismo decía que el éxito es un 99% perseverancia y un 1% inteligencia.

El talento es algo maravilloso, sobre todo cuando se usa en beneficio de todos, no sólo de uno mismo. La satisfacción se multiplica por mil entonces.

Pero no suple el esfuerzo. Talento sin esfuerzo conduce a frustración e incluso a prepotencia. Esfuerzo sin talento conduce a admiración y a capacidad de progresar. Ambos juntos son invencibles.

En nuestros días estamos valorando muy poquito el esfuerzo y mucho el talento. El que es inteligente o rápido haciendo bromas le llamamos crack, sólo poniendo envalor su rapidez mental. Sin embargo en cuanto vinen dificultades "nos rendimos", y es el ejemplo que damos a las nuevas generaciones.

Es curioso ver a los chavales de 15 a 30 años. Son sin duda la generación más preparada de nuestra Historia. Capaces de todo lo que quieran y sin embargo, cuando han venido mal se han quedado frustrados en parte porque su país no ha estado a la altura, en parte porque no están acostumbrados a sufrimiento del esfuerzo. Generalizo, que ya se que es un riesgo.

Son una generación de muchos talentos. Y que "se pican" sólo cuando se cuestiona su competitividad y se pone en tela de juicio "quien la tiene más larga". En gran parte porque es lo que ven de nosotros, sus mayores, que parece que sólo nos estimula el demostrar que uno lleva razón o que es mejor que el vecino, en vez de contribuir a una mejora de todos.

Nos falta hacer un reseteo en ese sentido. A todos. No nos libramos ni uno. El esfuerzo debe prevalecer siempre. Debe ser un valor a inculcar desde pequeñito y con objetivos comunes, no sólo individualistas. Hay que premiarlo y dar oportunidades para que se desarrolle.

Sí Raúl, probablemente lleves tú razón. Sería difícil que alguien sin talento para la bici (el menda por ejemplo) pudiera batir a Indurain sólo con esfuerzo. No por su habilidad sino porque fue uno de los deportistas más sacrificados y con una mecánica de entrenamiento más disciplinada que ha habido en España. Para poder batirle necesitaríamos días de 40 horas para poder entrenar el doble que él. 

Pero quien sabe...que hubiera pasado. Demasiado coste para intentarlo en su momento.

Yo sólo pido que entre todos seamos capaces de hacer autocrítica y valores como el esfuerzo o como el respeto sean pilares de una sociedad cada vez más individual y más preocupada por defender "mi verdad" en vez de el bien común.

Sí, si, idealista y lo que queráis....pero #impossibleisnothing

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