La vida son hechos...incluso en internet
Una vez oí la frase que dice que uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Me llamó mucho la atención y es una de la máximas que siempre he tenido presente.
Las personas decimos. Nos gusta mucho hablar, y a los españoles mucho quejarnos. Sobrevendemos lo nuestro. Nos gusta mucho mirarnos al ombligo y decir todo lo bueno que hacemos y lo bonito que lo hacemos. Sin embargo criticamos lo de otros, eso no nos gusta, siempre hay un pero…¿pero se puede vivir una vida sin peros?...Difícil…
Sin embargo lo importante es lo que se hace, no lo que se dice. Y muchas veces incluso lo que se calla. Los hechos tienen consecuencias de verdad, las palabras depende…
En nuestro entorno oímos muchas cosas últimamente. Ni me voy a parar en políticos que mienten más que hablan o en instituciones que dicen unas cosas y hacen otras. Los que me importan son los que son como yo “pequeñitos” pero que hacen que este país y el mundo en general pueda ser muy grande.
A esos (nosotros) muchas veces me canso de oírlos quejarse. Por supuesto me incluyo. Pero ¿Qué hacemos para mejorar lo que nos rodea? ¿Dónde estamos cuando criticamos cosas que nos afectan pero no somos proactivos para defender nuestra postura? Un ejemplo, la vivienda. Hace 10 años (ahora también) para alguien de mi generación (74) era imposible comprarse una vivienda en España. Sin embargo, lo que hicimos fue hipotecarnos hasta las orejas (mal por el banco que lo permitió y el Estado que le respaldó) y sólo sabemos echar balones fuera. Pero ¿Cuántas veces salimos a la calle a defender nuestros intereses? ¿Qué hicimos? Criticar, hablar pero no hacer nada.
Afortunadamente el mundo digital acerca el decir y el hacer. Por internet todo es inmediato. Di luego haz, sino no cuentas. Esto es muy, muy importante. Es un cambio cultural para muchos y un enfoque distinto del que como sociedad tenemos hasta el momento. Internet nos acerca al mundo, a un mundo que cada vez más pide hechos, no palabras y ni siquiera silencios…
Ha llegado el momento de ser líderes y dejar de quejarnos y de esperar que otros hagan las cosas por nosotros. No las van a hacer. Preparémonos para hacerlas y sin protestas ni palabrería…empecemos de una vez.
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