La fuerza de la unión
Hace
tiempo escribí un post con este título. En él os contaba la unión que surgía de
un evento familiar que hacemos todos los años con hermanos, primos, abuelos y en
el que participamos unas 50 personas.
Hoy
es una unión mayor sobre la que os voy a hablar. Por primera vez en 300
años nuestro “enemigo” no son los “rojos, azules” y la retaíla de colores
habitual. No, por primera vez desde hace mucho no se trata de hacer la guerra
entre nosotros. No.
Si
ya debíamos haber olvidado el guerracivilismo hace tiempo, hoy es una
exigencia. Hoy tenemos que remar en la misma dirección.
El
enemigo, esta vez, es común. Y nos afecta a todos. Es un enemigo al que no le
importa nuestro color político ni nuestras creencias. Tampoco el cómo nos damos
caña unos a otros por redes sociales, ni nuestras excusas ni victimismos. Es un
enemigo muy poderoso, porque juega con algo muy profundo, el miedo.
Y
además lo hace sin importarle que nosotros nos encarguemos de potenciarlo. No
entiende de eso, sólo hace su trabajo y deja que el contagio no sólo sea de un “bicho”
sino de una desmoralización colectiva.
Estos
días nos toca apretar los dientes. Va a ser muy duro. No podemos dejar que
nadie se quede por el camino. Como sociedad tenemos una responsabilidad. Es una
responsabilidad de respetar y creer en las autoridades y al mismo tiempo de
ayudar al máximo en lo que podamos. Pero hacerlo con hechos. H-E-C-H-O-S
Científicos,
profesores, programadores, fuerzas del orden y por supuesto, los héroes de este
frente, los médicos y sanitarios. Todos estamos en el mismo barco y hemos de
poner todas nuestras habilidades al servicio de la sociedad. Sólo saldremos de
esta si estamos U-N-I-D-O-S, si no el virus pasará, pero el caos no.
Ante
todo, hay que tener calma. Hay que hacer caso de lo que nos dicen los que
saben, que por cierto no hablan en audios de wahtsapp o tweets de supuestos gurús. No seáis cómplices de difundir tonterías.
Los que saben nos tienen que informar y recomendar. A ellos son a los que tenemos que escuchar. Si te dicen, quédate en
casa, anda, hazles caso, por el bien de todos. No colapsemos el sistema
sanitario, porque eso matará a otras personas.
Después
hay que tener en cuenta el inmenso impacto a corto plazo que va a tener esto para
muchas personas. Ese impacto les va a llevar a suspensiones temporales de
empleo, situación económica bajo muchísima presión, etc. El primero que debe
regular y garantizar que no los perdemos en la "batalla", es el Estado, representado
por sus dirigentes.
Tienen que consensuar, repito, C-O-N-S-E-N-S-U-A-R, Gobierno y
oposición, juntos, una ley de emergencia nacional donde se haga efectiva una especial
protección de estas personas.
El
mundo del subsidio, las subvenciones y la dinamización económica por parte del
Estado (volvemos a Keynes) tiene que aflorar ahora. Hoy sí tiene sentido
subsidiar, con inteligencia y buscar políticas correctoras del impacto que va a
generar en el tejido económico del país. Igual que otras veces he pedido al
Gobierno que deje de subvencionar chiringuitos politizados que utiliza como
campañas de marketing, hoy sí pido que lo haga con los que van a sufrir el
mayor impacto de esto.
Pienso,
no sólo en trabajadores afectados por ERTES o despidos o no renovaciones de
contratos, sino también en autónomos y empresarios que van a dejar de facturar.
Recordar que el turismo en España representa un alto porcentaje del PIB.
Lo
tercero es proteger a todos los ciudadanos de la histeria colectiva. Desde los
que salen a contarnos lo que pasa, hasta los medios de comunicación y por
supuesto, las redes sociales, deben de huir de mensajes alarmistas y bulos que
no hacen ningún bien.
Esto, nos corresponde sobre todo a los ciudadanos. Los
difusores de noticias falsas y los que fomentan el histerismo, deberían quizás
pagarlo en un juzgado cuando pase todo esto. No puede salir gratis y entre
todos debemos denunciar a los malnacidos que se divierten metiéndole miedo a
los demás. Es otra forma de violencia.
Por
último, hoy veo un país en shock, y con mucho papel higiénico en casa. Repito,
tenemos que salir de esta J-U-N-T-O-S. No va de la guerra individual ni de yo y los míos
y el resto que se busque la vida. Esta vez no, no va de eso. Va de país. Va de apoyarnos
unos a otros. Va de dejar de mirarnos el color político o si vistes con esmoquin
o llevas rastas. No penséis que como no soy anciano no corro peligro…no
caigamos en ingenuidades.
Ahora
más que nunca tenemos que estar juntos en esto. No es por ti. No es por mí. Es
por todos.
#quédateencasa
#yomequedoencasa #impossibleisnothing
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