Trabajo en equipo, clave del éxito

Cuando nacemos ya formamos parte de un equipo. Nuestros familiares,  los amigos que iremos haciendo en nuestra infancia, los profes del cole,  ya son un equipo. Después nuestra pareja, hijos, más amigos y por supuesto nuestro trabajo. Nadie puede vivir aislado ni conseguir éxitos por sí sólo, excepto escenas épicas de mitologías clásicas o de pelis de Hollywood. Hoy todo el mundo se convierte en una pieza de un equipo desde que nace.

El máximo exponente es el deporte. Los deportistas "individuales" únicos e irrepetibles (como Nadal en tenis), se rodean de un equipo. Un entrenador, un médico, un fisioterapeuta, etc. Personas sin las que jamás serían lo que son. Si hablamos de deportes colectivos tenemos la máxima expresión. Ni Mesi ni Ronaldo ganan sólos necesitan mucha gente detrás para llegar a ser unos fenómenos.

En el trabajo nos pasa igual. Hay gente brillante, con un talento innato y con una capacidad de trabajo envidiable. Por sí mismos consiguen cosas, pero metas intermedias, pequeñas. Sin el equipo no hay grandes logros. Con el equipo llegan los éxitos. Y lo son de todos sus miembros.

Un equipo necesita respeto. Sin respeto se convierte en una lucha de egos y orgullos. Entonces el equipo no construye, destruye. El verdadero reto es conseguir ese equilibrio de egos que haga que el yo de cada uno esté orgulloso de la pertenencia al grupo, y al mismo tiempo sea capaz de contribuir a mejorar el conjunto. Sin necesidad de ser protagonista.

Claro, para ello el equipo necesita dos roles. No necesariamente confluyentes en una misma persona. Necesita un buen gestor del equipo. Capaz de administrar bien los egos de cada uno y sus necesidades de reconocimiento. Es el entrenador del equipo, el estratega de los recursos. La pieza respetada por su capacidad de hacer crecer al equipo siendo coherente y justo con los valores del grupo.

El otro rol es el que llamamos líder. Un líder necesariamente no tiene que ser el mejor gestor. Pero es el corazón del equipo. El gestor es la inteligencia, el líder el corazón. Si confluyen hablamos de gente muy especial, en la cabeza de todos. Gente que cada equipo que toca hace que crezca por arte de magia.

Y si no confluye no pasa nada. Hay líderes entre los propios compañeros. Y el gestor debe saber administrarlos. Esos líderes son respetados y su influencia (en lo bueno o en lo malo) es crítica para el grupo. Es una responsabilidad que hay que ejercer con coherencia y sin distinciones.

Un mal líder o un mal gestor hacen que el todo no sea más que la suma de las partes. Todos nos pasamos la vida "jugando en equipo" y tanto la cabeza como el corazón de nuestro grupo deben obrar responsablemente. 

El equipo necesita motivación.  El corazón debe alimentar la pasión, las ganas, la ilusión. Debe levantar el ánimo cuando sólo hay nubes y mostrar a los demás el camino para disfrutar con el sol. Pero eso sí, acompañado de la cabeza. La cabeza debe administrar los recursos y los tiempos de la forma más eficiente.

 Yo creo en una cosa, toma las decisiones con el corazón y ejecútalas con la cabeza. ¿Qué sería nuestra vida sin ponerle corazón? Incluso los más analíticos o cerebrales, ¿creeis que no han hecho alguna vez el ridículo en un karaoke?. Igualmente con la cabeza, ¿os imagináis dejar a alguien muy pasional dirigir los designios de una país o una empresa sin tener los pies en el suelo? No digais nombres...Los dos roles se necesitan. No son opuestos, son complementarios.

Y por último el equipo tiene valores. Y hay uno repetido en cualquier grupo. La lealtad. Las cosas se hablan y se comunican, incluso se discuten y se negocian, pero siempre dentro del grupo. Si uno traiciona al equipo, el equipo le castiga. Sólo siendo leal se puede exigir a los demás que lo sean.

Ya me vais conociendo. Creo que en un mundo global el trabajo en equipo viene de serie. Por ello creo que debemos aprovecharnos de las nuevas herramientas. Los equipos virtuales cada vez son más numerosos, y gestionarlos bien, desde la cabeza y el corazón, exige gastar tiempo por parte de quien corresponde en entender sus necesidades y sus miedos. La tecnología nos ayuda.

¡¡¡Vamos a poner todos de nuestra parte!!!

Comentarios

  1. excelente blog..que duda cabe que tan importante como trabajar en equipo es saber ser un buen jugador en equipo. Muchas veces los egos, hacen que se le exigía al equipo, sin caer en la cuenta de que uno mismo es el equipo,por lo que la exigencia carece de sentido en si mismo, pero para eso, como bien dices, hace falta un buen administrador...

    por cierto, he podido estar en la fundación TdP, y he visto de cerca lo de proniño..y se sale..gran iniciativa sin lugar dudas, muy grande...

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  2. Mil gracias por el comentario Roberto.

    Estoy totalmente de acuerdo contigo.

    Y sí, Proniño es una grandísima iniciativa de Telefónica que ha sacado ya, aproximadamente a 200 mil niños en Latinoamérica de realizar trabajo infantil

    Un abrazo

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