¿Quién fue antes, la telebasura o el espectador que la ve?

Partamos de unas premisas. La primera, la televisión, tal y como se enseña en la primera clase de una Facultad de ciencias de la Imagen, debe, informar, divertir y entretener.

Una segunda premisa, las empresas tienen el objetivo de crecer sosteniblemente y ganar dinero.

Y la tercera, la gente es libre de sintonizar la cadena que quiere ver. La audiencia es soberana.

Pues bién, las empresas de televisión (fundamentalmente privadas, que de las públicas y su existencia dará para otro post) , deben informar, divertir y entretener al mismo tiempo que ganar dinero. La configuración de la parrilla hace que los espectadores la premien o no mediante los estudios de audiencia, nada fiables pero iguales para todos.

En ese contexto es en el que un director de programación decide  la emisión de uno u otros programas y surgen cadenas tristes, cadenas sensacionalistas, cadenas mediatizadas, etc..

Pero no nos engañemos. Cuando uno llega a su casa, se sienta en el sillón y empieza a zapear, es libre de poner lo que quiere ver. Las cadenas no ponen cosas al azar. Saben qué cosas tienen éxito y cuáles no.

Lo que pasa que las personas somos bastante "morbosas". Nos gusta ver que nuestros propios fantasmas son los fantas mas de los demás en los reality shows o en los programas de "ir a contar mi drama" de media tarde. Nos sentimos muchas veces identificados con estas historias y por eso nos generan ese morbo.

Al igual que "morbo" el de ver chicos y chica guapas en programas "picantes" . Y si hay sexo todavía más. No nos engañemos, nos llama la atención.

¿Y eso es malo? Somos personas y esto está en nuestro sistema operativo. En unos casos en menor o mayor medida, pero está. Pero ojo, también se fomenta con una sociedad cuya oferta educativa y de comunicación audiovisual se basa en esos principios.
¿Qué le vamos a hacer si a la mayoría le llama más la atención saber lo que hacen el Real Madrid o el  Barça o Isabel Pantoja o Belén Esteban que lo que pasa en Oriente Medio o las salidas de tiesto de nuestros políticos? ¿Es problema de las teles que no fomentan estos programas y sí los del "morbo"?

 Nosotros lo incorporamos, la sociedad y la regulación por parte del Estado nos ayuda a desarrollarlo.

Creo que podemos dividirnos la culpa. Hay otra cosa que también se cuenta en las Facutades de Ciencias de la Información y de la Comunicación, y es que, los medios también tienen una labor formativa o educativa. Si constantemente promueves el morbo, tendras un público "morboso" y después no te quejes cuando quieras hacer otro tipo de programa. ¿Por qué no diversificas y esperas resultados a medio plazo con programas formativos en vez de esperar a corto plazo manejando los instintos más bajos de las personas?. Ya, ya se que hay que ganar dinero, pero también hay que hacerlo de forma sostenible, porque las personas se aburren de siempre lo mismo y en ese caso "internet" y el mundo audiovisual "a la carta" serán un enemigo para los que no lo entiendan y se adapten.

Pero hombre, no carguemos todo contra la tele y su programación. Nosotros somos libres de ver lo que queramos, y lo hacemos. No vale la excusa de que todos ponen lo mismo o de que a una hora sólo hay un tipo de programas. No, no es excusa, porque además no es cierto. Hay una oferta varíada.

Cuando sólo había dos canales de Televisión y no se emitía por la noche (recordarlo, hace sólo 15 años de eso) era posible quejarse. Ahora no, porque además de la Televisión tenemos otras vías a traves de las que podemos ver contenidos de calidad (internet). No seamos hipócritas. Lo vemos porque nos gusta.

El 98% de la población española mayor de 14 años vió al menos una vez un minuto de emisión del programa Gran Hermano I. No me meto a catalogar qué es o no telebasura, porque creo que es muy subjetivo, pero si consideramos este programa y similares como programas en los que se genera cierto morbo, la estadística es irrefutable. ¿Sabeis lo mejor?. Nadie lo reconocía, porque no era políticamente correcto.

Y por último aquí hay otro estamento que tiene algo que decir. El Estado, el que vela por el interés general. Regula códigos éticos y obliga a las teles a tener un libro de estilo. Incluso a no poder alterar las programaciones anunciadas salvo en algunos casos. Pero ¿qué hace para evitarlo?. Nada. Salir en fotos solamente (me da igual el color). Las televisiones se lo saltan y no pasa nada salvo multas irrisorias.

Amig@s, el mundo necesita gente con criterio. Con capacidad de generar ilusión, de ser creativos, de liderar proyectos, de hacer avanzar a la sociedad. Esto sólo se hace con planes educativos que lo estimulen, con la formación de buenos maestros, con la inversión en capital humano y en sus ideas. La televisión es un instrumento que nos hace soñar y que nos emociona y nos gusta mucho si está bien hecha, sin necesidad de atacar el morbo.

Si no nos gusta cambiémoslo. Utilicemos las nuevas herramientas. No tenemos excusa de la oferta. Y si lo que pasa es que nos han educado en ese modelo, pues cambiémoslo también. Fomentemos que nuestros hijos sean parte activa de la sociedad y no seres pasivos que se quedan absortos mirando la caja tonta.

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