Sin miedo al cambio

Todo se puede cambiar. Los cambios,  personales y profesionales nos mueven de nuestra rutina y nos despiertan a crecer como personas. Es como si estuviéramos quietos y de repente nos agitaran hasta despertarnos de nuestro estado. El miedo o la resistencia al cambio es una dilatación en el tiempo, porque al final llega. Y cuando llega muchas veces pensamos, ¿por qué no lo hice antes? Ese miedo debe ser un aliado para realizarlos con prudencia y con cabeza, pero también para hacerlos con determinación.
Estoy convencido que cualquier cambio es positivo siempre que se opte por él libremente. Cuando sale bien está claro y cuando sale ¿mal? (no sé si es la palabra) nos fortalece como personas. Hay una regla, no vale el pensar que hubiera pasado si…., si se decide, se decide. Y ya. Decía un gran escritor que prefería arrepentirse de lo que no había hecho que de lo que había hecho. Yo lo comparto.
Vivimos en un mundo que conserva muchas tradiciones. Que es consciente de su historia en la mayoría de los casos, y eso es algo muy positivo. No se puede saber a dónde vas si no sabes quién eres. Pero en ese mundo hay cosas que son de una determinada manera porque siempre han sido así. No tradiciones, no historia, sino mecánicas de funcionamiento de todas las sociedades, formas de hacer las cosas, porque siempre se han hecho así.
Y eso es susceptible de cambio. De adaptación a los nuevos tiempos. Cambios políticos, cambios tecnológicos, cambios económicos, en definitiva cambio de los modelos que hemos configurado como sociedad.
Vivimos unos tiempos difíciles, aunque somos unos privilegiados. En Occidente nos quejamos mucho, muchísimo y no somos conscientes de la suerte que tenemos. Aún así hay muchas cosas que mejorar, muchas. Y hoy día tenemos grandes aliados. Las nuevas tecnologías facilitan la comunicación, gestionan el conocimiento y nos permiten pensar. No hacer las cosas porque siempre se han hecho así, sino pensar. Son herramientas en auge, que nos ayudan y que mejoran nuestras relaciones, personales y profesionales, pero claro, utilizadas correctamente. Si no se convierten en una adicción y en general las adiciones acaban destruyendo más que construyendo.
Lo que pasa hoy día en el mundo árabe es fruto de esas nuevas tecnologías en gran parte. La reacción de la “gente pequeña” ante estos acontecimientos también es posible por esas nuevas herramientas. Ya no valen los acuerdos de trastienda de políticos y gente poderosa para callar a personas que luchan por libertad. Ya no valen y estas herramientas lo ponen de manifiesto.
No tengamos miedo al cambio. No pasa nada si la economía se ha vuelto digital o si la información también lo es. A todos nos gusta tener en las manos un buen libro bien encuadernado con un olor del buen papel, con la letra grande. O escuchar un vinilo. Por supuesto que nos gusta. Pero el mundo cambia y ya no es el estándar. Adaptémonos a lo nuevo y por supuesto, conservemos esos tesoros que tanto nos emocionan, sin darle la espalda a lo inevitable. ¿Por qué no comprar por internet o leer video libros?.
He tocado muchos palos, pero todos se resumen en uno. Nuestro entorno no será siempre igual. Evolucionará y el que no lo haga en la misma medida se quedará atrás. Evolucionar con el entorno no nos convierte en borregos como se dice muchas veces. Nos hace la vida más fácil y nos permite tomar decisiones con más conocimiento y sobre todo, ejecutarlas pensando. Tómalas con el corazón y ejecútalas con la cabeza dice otro gran escritor. Pues ahora ejecutarlas es más fácil. Adaptémonos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando seas padre comerás huevos

Se nos está yendo la pinza

El arte de comunicar